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ZARAGOZA
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El convento de Zaragoza es la principal presencia carmelitana en las tierras de Aragón.
El Carmen y San José
10 de diciembre de 1594
San Juan de la Cruz, 8, 50006, Zaragoza, Zaragoza
976 35 44 50
BREVE HISTORIA
El convento de Zaragoza es la principal presencia carmelitana en las tierras de Aragón. Ha sido santuario, casa de formación y ahora es también Parroquia bajo el título de San Juan de la Cruz.
Breve Historia:
En el Capítulo de 1594 se eligió Provincial de la Corona a Fr. Alonso de los Ángeles. En viaje a Lérida, decidió hacer una fundación de frailes en Zaragoza donde ya estaban las monjas. Acudieron al Arzobispo que se mostró complacido y colaborador, y el 18 de diciembre de 1594 se ponía el Santísimo inaugurándose la casa bajo el titular de San José. Pero otros religiosos se quejaron por esta nueva fundación, de modo que tuvo que intervenir el Rey Felipe II a favor de los Carmelitas. El prior P. Tomás de Jesús (Sánchez Dávila) buscó otro lugar fuera de la ciudad, a la otra parte del río Huerva, por la Puerta Quemada. Aquí se edificó uno de los mejores conventos que tuvo la Orden en España y que sería noviciado desde el día de su fundación hasta la exclaustración en 1835. Por este noviciado pasaron más de 2000 novicios, algunos de ellos Generales de la Congregación española de Carmelitas Descalzos: Esteban de S. José, de Graus (Huesca), General entre 1631-37; Diego de la Concepción, de Tamarite (Huesca), 1671-75; Miguel de Sta. María de Lécera, de Zaragoza, 1706-12; Antonio de la Asunción, de Villanueva del Jiloca (Zaragoza), 1730-36; y Pedro de la M. de Dios, de Cortes de Aragón (Teruel), 1802-06. También son dignos de mención otros dos novicios: José Antonio de S. Alberto, Arzobispo de La Plata (Bolivia); Manuel Traggia de Sto. Tomás, eminente escritor y apologista; y el historiador de la Orden y autor de Genio de la Historia, Jerónimo Ezquerra de S. José, de Mallen (Zaragoza), que vivió y murió en este convento.
Durante la guerra con los franceses, el convento quedó casi destruido y sus moradores sufrieron lo indecible, muriendo varios de ellos. Volvieron en 1815, aunque las obras no terminaron hasta 1825. El 23 de abril, el Arzobispo bendecía la iglesia y el convento reconstruido por el Hno. Joaquín del Niño Jesús, gran arquitecto en obras religiosas y civiles. Mas el 7 de julio de 1835 huyeron los frailes, dejando abandonado el convento y muriendo uno de ellos alcanzado por el fusil de uno de los asaltantes. Zaragoza habían sido sede de todos los capítulos provinciales desde 1720 a 1808 y de los tres últimos (1826, 1829 y 1832). También en este convento hubo una fábrica de estameña.
A finales del s. XIX, y dirigidos por el P. Salvador de la M. de Dios, volvían a Zaragoza el 9 de febrero de 1897: a la casa-asilo para sacerdotes que el Arzobispo les prestó en el barrio de Delicias. Aquí estuvieron hasta el 12 de enero de 1944, que se trasladaron al actual convento de la Gran Vía, cuyo promotor fue el P. Roberto de la Cruz. En 1929, el P. Pedro Tomás de la V. del Pilar (mártir) comenzó a construir también en la Gran Vía un nuevo convento, que ya casi construido hubo de dejar al llegar la II República. Por muchos años, Zaragoza había sido el Colegio teológico de la Provincia, y durante la guerra se abrió el colegio preparatorio (teresiano) hasta que los aspirantes marcharon a Castellón, una vez recuperado ese convento.
El 11 de mayo de 1946, el Obispo de Huesca, dentro de cuya diócesis se hallaba el convento, bendijo la nueva iglesia del Carmen y S. José, que fue erigida parroquia con la advocación de S. Juan de la Cruz, siendo el primer párroco el P. Maximiliano Herráiz.
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