COMUNIDADES
VALLADOLID
Diócesis y Provincia de Valladolid. Comunidad Autónoma de Castilla y León.
08 de mayo de 1581
San Benito, 3, 47003, Valladolid, Valladolid
983 33 01 69
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- Iglesia de Culto
- Revista
- Centro Josefino Español
BREVE HISTORIA
Diócesis y Provincia de Valladolid. Comunidad Autónoma de Castilla y León. El primer convento fue fundado el 4 de mayo de 1581 en el sitio de San Alejo. El sitio no resultó bueno, y veinte meses después los frailes se trasladaron en la misma dirección hacia Palencia y allí construyeron convento e Iglesia. La nueva fundación data del 1 de enero de 1583. La Iglesia pervive, no así el convento y huerta que se convirtieron en el cementerio urbano de Valladolid. La Iglesia, que continúa abierta al culto, se denomina como Nuestra Señora del Carmen de Extramuros de Valladolid. El antiguo convento carmelitano de Valladolid fue sede del noviciado de los carmelitas de la Provincia de San Elías de Castilla.
Los Carmelitas Descalzos retornaron a Valladolid en 1897, no a su antiguo convento sino al benedictino de San Benito el Real. Era este monasterio cabeza de la Congregación de los Benedictinos de España. La Iglesia es un templo gótico y monumental construido a finales del siglo XV. La comunidad al principio tuvo que residir en moradas provisionales hasta que en 1914 se trasladó a una edificación construida sobre la nave izquierda de la Iglesia. En 1978 la comunidad se trasladó a una pequeña parte que da al famoso claustro herreriano, gracias al Ayuntamiento pucelano. En dicho convento se mantiene el Centro Josefino Español y la revista homónima: Estudios Josefinos.
APARICIO AHEDO, O.I., Los hijos de Santa Teresa en España, Ed. Monte Carmelo, 2014, pp. 291-292
EN PORTADA
Santa Teresa de Jesús y el Dios que conduce su vida
Un tema apasionante en la vida de Santa Teresa es situarla en el contexto humano y religioso en el que desarrolló su enorme e incomprensible actividad con una salud deficiente; ese dato constatado en su biografía se explica -creo- por una intervención extraordinaria de Jesucristo en sus múltiples quehaceres que potenciaron su capacidad de acción. Admito que son posibles otras interpretaciones para explicar el extraño fenómeno desde la ciencia, como la psicología y psiquiatría o desde el ateísmo o el agnosticismo, opciones respetables de personas sabias y, espero, que respetuosas con la propuesta de Dios como posible agente principal; de paso recuerdo que es menos creíble la interpretación “racionalista” de los escritores del siglo XIX que atribuyeron su sabiduría a una enfermedad mental. Como anécdota curiosa, recuerdo a los lectores que mi última biografía de la Santa, Mi Teresa (Burgos, EDE, 2019), se la he dedicado a los creyentes en Dios, a los ateos y a los agnósticos para que interpreten a Teresa desde las coordenadas de sus propias convicciones culturales. 1 –...