COMUNIDADES
TOLEDO
La presencia carmelitana en la República del Paraguay es tardía. Postulantado.
Beata Isabel de la Trinidad
02 de febrero de 1985
María Auxiliadora, S/N, Asuncion, Lambaré
(595-21) 31 20 60
BREVE HISTORIA
La presencia carmelitana en la República del Paraguay, la antigua Provincia Interior del Paraguay, es tardía, tanto en lo referente a las carmelitas descalzas y más en cuanto a sus hermanos. Las monjas del monasterio del Corpus Christi de Montevideo fundaron en 1951 el monasterio de la ciudad capital de Asunción, en Paraguay. Traían el conocimiento de los frailes de la capital uruguaya y su recuerdo les hacía desear el testimonio y consejo de sus hermanos. Desde entonces algunos padres de la Provincia Burgense pasaron esporádicamente por Asunción y por los otros monasterios que han enjambrado el primero. Los padres marchaban llevándose el cariñoso respeto y el deseo de cercanía de las monjas y de algunos núcleos de seglares que tenían conocimiento de nosotros.
Hasta 1985 no acabaron de madurar los deseos de establecer en Paraguay el Carmelo teresiano masculino. El Capítulo Provincial de 1984 ya acordó la fundación. Al año siguiente el P. Manuel Landeira llegó a Asunción con instrucciones para estudiar un sitio adecuado, equidistante entre las bondadosas Madres y el Instituto de Teología al que acudirían para sus estudios los jóvenes que solicitaran vivir el Evangelio al estilo teresiano. Las Madres eran atendidas; los jóvenes comenzaron a llegar. Recordamos que el primero fue el P. Ernesto Ferreira, cuyos padres, señores Ferreira Nizza, tuvieron la generosidad de regalar unos terrenos muy a propósito para la fundación.
El 2 de febrero de 1985, con licencia vigente, se reconoció la primera comunidad que presidía el P. Alfonso Baldeón, acompañado del P. Manuel Landeira, de los Hnos. Ernesto Ferreira, primer carmelita paraguayo, y Luis Solano y de los postulantes Gustavo Larrique y Fernando Muriel. Mientras unos estudiaban y rezaban, se alzaba el convento dirigido por el P. Landeira. El 9 de enero de 1988, monseñor Braulio Sáez, carmelita burgense, obispo auxiliar de Oruro (Bolivia) ordenaba sacerdote a fr. Ernesto. Al día siguiente, se bendijo el convento con la presencia del señor Obispo Auxiliar de Oruro, del Rdmo. P. Felipe Sáinz de Baranda, General de la Orden, del P. Ciro García, Provincial burgense y de otros religiosos que pudieron acudir desde Argentina y Uruguay.
Quedaba fundado el primer convento del Paraguay, llamado Tupâ Roga, que en el armonioso idioma guaraní significa Casa de Dios. Se cobijaba bajo el patronazgo de la Beata Isabel de la Trinidad, la monja carmelita descalza fallecida en plena juventud, tras haber intuido la grandeza del dogma trinitario. El convento pronto tuvo su iglesia y su Centro pastoral de la espiritualidad, adherido al Teresianum de Roma. Su inauguración, el 14 de diciembre de 1994, fue solemne, presidida por el señor Arzobispo de Asunción, don Felipe Santiago Benítez; por los Provinciales de Burgos (Gabriel Castro) y de Brasil-Sur (Marcos Juchem) y otros religiosos, ilusionados con el crecimiento del Carmelo de Tupâ Roga.
La perspectiva que se abre desde este convento es muy prometedora: la Iglesia paraguaya desea y necesita el Carmelo. Las Madres ya no son solas las de la capital, hay tres Carmelos femeninos más: Encarnación (1977), Caacupé (1991) y Benjamín Aceval (1995). La espiritualidad desborda los conventos nuestros y alcanza a otras familias religiosas y al pueblo paraguayo.
EN PORTADA
Octava de la Santa en Alna de Tormes
El 22 de octubre en Alba de Tormes se celebra con gran solemnidad la Octava de la Santa. En este día concluyen las actividades que cada año se organizan para honrar a Santa Teresa de Jesús. A las 12:30 horas el Provincial, P. Francisco Sánchez Oreja, ha presidido la solemne eucaristía en la Iglesia-Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen, sepulcro de Santa Teresa de Jesús. Ya por la tarde, a las 18:30 horas se ha presentado el libro “La beata Ana de Jesús. Tras las huellas de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz” del P. Óscar I. Aparicio., carmelita descalzo. Por la tarde, se ha realizado la procesión de regreso de la imagen de Santa Teresa a la clausura de las Madres Carmelitas Descalzas. El P. Francisco en su homilía ha recordado la llamada universal a la santidad que hace el Concilio Vaticano II. “Todos los cristianos, de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección del amor. La santidad no es sólo para algunos especialistas de lo divino, sino que es la vocación de todos los creyentes.”, ha...