COMUNIDADES
SANTA CRUZ DE LA SIERRA

En Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) los Carmelitas tienen una Casa de Oración
San Juan de la Cruz
14 de diciembre de 2011
Doble vía la Guardia, Km 9, Casil, Bolivia, Santa Cruz de la Sierra
(591-3) 3518786
BREVE HISTORIA
NUEVO CENTRO DE ESPIRITUALIDAD CARMELITA EN BOLIVIA
El pasado miércoles (14-12-2011) se inauguró, coincidiendo con la fiesta de San Juan de la Cruz, un Centro de Espiritualidad carmelita en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.
El Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, el Cardenal Julio Terrazas, ha bendecido el nuevo Centro de Espiritualidad acompañado de sus obispos auxiliares y de una nutrida representación de frailes procedentes de distintos lugares del Vicariato, así como de religiosos y religiosas, clero diocesano y laicos que han querido participar de la alegría del Carmelo Teresiano.
El cardenal Terrazas tuvo palabras de agradecimiento al Provincial de Burgos, padre Pedro Tomás Navajas, por esta nueva casa de los Carmelitas en la archidiócesis de Santa Cruz y auguró que “ha de ser un foco de espiritualidad y de animación misionera para todos los sectores del pueblo de Dios”.
Posteriormente el padre Navajas mantuvo un encuentro fraterno con los sacerdotes jóvenes del vicariato para compartir, animar y estimular a un mayor conocimiento personal y de la andadura del Carmelo en este rincón de América Latina.
EN PORTADA

“ME GUSTA VER LA SANTIDAD EN LOS ENFERMOS” (Papa Francisco, GE 7).
Comienza mirando a Jesús. Que evangeliza mirando a los enfermos, poniéndose en camino hacia ellos, tocando sus heridas, regalándoles palabras de gracia, inclinándose. Y esto lo sigue haciendo hoy. Esta es su alegría desbordante. No hay humanización del mundo de los enfermos sin humanización de uno mismo. Mucho más eficaz que la improvisación es la formación, para aprender de todos los mensajes que los enfermos transmiten y crear con ellos un vínculo sanador. Descubre tu misión. En la sociedad actual, sobrecargada de tensiones y conflictos internos Jesús te invita a religarte a los enfermos, a contarles una historia de amor, a comunicarles esperanza. El tiempo que pasas junto a un enfermo es un tiempo santo, alabas a Dios y haces más creíble la evangelización. Mira con atención la santidad en los enfermos. El Espíritu Santo está sobre ti y te ha ungido para mirar con compasión y ternura la grandeza de cada enfermo que está en la periferia. Cada uno de ellos es “un aliento profético, un testimonio vivo” (GE 8). Ponles...