COMUNIDADES
CARRASCO
Los frailes siempre quisieron tener un Desierto en la zona de Aragón-Valencia.
Transverberación de Santa Teresa de Jesús
02 de febrero de 1694
Apartado, 111, 12080, Castellon, Castellón
964 30 09 50
BREVE HISTORIA
El Desierto es el único convento de nuestra Orden en España que se ha mantenido ininterrumpidamente como presencia carmelitana desde su fundación, en 1694. Incluso tras la supresión y exclaustración de todas las Órdenes religiosas en 1835, pudo mantenerse la comunidad viviendo en el monasterio. Comenzó siendo un desierto (monasterio de vida exclusivamente contemplativa) y en la actualidad es el noviciado donde inician su vida religiosa los futuros Carmelitas de toda la Península Ibérica. Lo que siempre ha sido es un foco de vivencia e irradiación de la espiritualidad carmelitana y teresiano-sanjuanista.
Breve Historia:
Los frailes de nuestra provincia siempre quisieron tener un Desierto en la zona de Aragón-Valencia, que reuniera las condiciones necesarias de salubridad, retiro y amenidad, y se pusieron a ello. Encontraron a su gusto un terreno propiedad de los monjes de Valldigna, pero no quisieron venderlo. Un sacerdote de Benicasim, comunicó la existencia de un lugar en la Varonía de Benicasim. El P. Juan de la Virgen lo visitó, le gustó y se decidió. Superadas las dificultades que surgieron, el 13 de julio de 1691, se compraron los terrenos y en 1692 llegaron los religiosos. Se inauguró el 2 de febrero de 1694 con el título de la “Transverberación de Santa Teresa”. Se celebró la primera misa en la masía de Gavarrel (sobre la que se construyó el antro de S. Elías). El 25 de marzo de 1697 comenzaron las obras y en 1709 la comunidad se estableció en el convento, bendiciéndose la iglesia en 1733. Pero un desbordamiento de los torrentes en 1783 agrietó el edificio con peligro de ruina. Por ello se decidió construir uno nuevo algo más arriba, dirigiendo las obras el Hno. Joaquín del Niño Jesús, arquitecto, y el 25 de mayo de 1784 se puso la primera piedra, colocando el Santísimo el 21 de noviembre de 1788. A finales del s. XIX se añadió una planta dedicada al Noviciado. El comportamiento de los Carmelitas descalzos durante la epidemia de cólera que asoló la zona dejó tan agradecida a la población que, durante la desamortización de 1835 y las siguientes, los Ayuntamientos de Castellón y Benicasim alzaron súplicas a la Reina Isabel II para que el Sto. Desierto de las Palmas no desapareciera. Se permitió a los religiosos seguir viviendo en el convento, pero con hábito talar y sin poder recibir novicios; aquí se refugiaron algunos frailes exclaustrados de la Provincia, ya que la Comunidad del Desierto fue la única que se mantuvo en toda la España del XIX. En 1876 llegan los frailes de la Semiprovincia de S. Joaquín de Navarra y la Comunidad del Desierto (12 religiosos, entre ellos 4 novicios) se une a los restaurados en Marquina, Larrea y Ávila. El Noviciado se trasladó a Larrea durante pocos años y después volvió al Desierto hasta 1977. En 1993 se reanudó el Noviciado, que pasó a ser interprovincial para toda la Península en 1999.
Las dificultades económicas por las muchas vocaciones llevaron a los frailes a aprovechar las hierbas aromáticas y medicinales del entorno haciendo una bebida; el “Licor Carmelitano”. Se inauguró la fábrica el 15 de octubre de 1896 en los sótanos del convento (después se edificó una nave ex profeso en 1903). Mas como vieron que el Desierto no reunía las condiciones adecuadas para tal empresa, se trasladó en 1913 a Benicasim, donde se encuentra actualmente.
Desde 1971 existe un museo que alberga piezas manufacturadas en Europa, Asia, y América: pinturas (una gran colección de iconos), esculturas, restos arqueológicos, orfebrería, etc., en las que se mezclan arte, espiritualidad, historia y etnología. Se creó en 2000 la Fundación “Desierto de las Palmas” para la mayor promoción de la cultura y la espiritualidad.
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