«Hoy ha sido la salvación de esta casa»

29 Oct 2022 | Evangelio Dominical

Gestos y palabras de Jesús, narradas por el Evangelio, muestran cómo se realiza y concreta la acción de Dios en medio de la historia y de las gentes. Esta acción, como recordaba la primera lectura tiene por objetivo el compadecerse de todo lo que ha creado, amarlo y no odiar o desentenderse de nada de lo que ha hecho. A menudo los gestos de Jesús se concretan en las curaciones, en la liberación de personas concretas de males y enfermedades asociadas con el poder del diablo, enemigo del hombre y de su libertad y el de hoy, la «curación» o conversión del «archipublicano» Zaqueo es también uno de ellos. Como ya hemos dicho algunas veces, que Jesús cure (esto es, perdone) a los pecadores que se arrepienten ya causa cierto escándalo, pues lo que nos sale de dentro es que merecerían, más bien, un castigo. Pero cuando, como en este caso, parece que Jesús se adelanta al arrepentimiento, elige y entra en la vida de alguien que no «aún» no se ha convertido y ha pedido perdón, como es Zaqueo, el escándalo tiene que ser ya mayúsculo. Y, realmente, Jesús no está haciendo nada que Dios mismo no haya hecho antes, pero al tratarse de un encuentro humano, entre un hombre pecador y el Dios hecho hombre, manifiesta realmente cuál es la misión de Cristo. Es cierto también que Zaqueo busca y se interesa por Jesús, como también lo hacen otros pecadores y hasta muchos fariseos o escribas –incluso Herodes–, que hasta se sube a un árbol para poder verlo, porque siempre es necesaria cierta predisposición humana. Pero lo decisivo para este encuentro, como para todos, es la llamada de Jesús, que lo identifica entre la multitud y los curiosos e interesados y se invita a su casa. Y es ahí, en la casa, donde se produce el verdadero «milagro» que es que en presencia de este hombre, que parece como los demás, otro hombre, un pecador, un publicano, decide libremente «cambiar de camino» (convertirse). Jesús declara que este encuentro entre su iniciativa y la respuesta del hombre «ha sido la salvación de esta casa» y de este hombre. Y de todos: acoger a Cristo que entra, por su iniciativa, en nuestras vidas, respondiendo y haciendo todos los cambios precisos para volver a la verdad de la alianza, de la amistad con Dios que no casa con la injusticia, es la redención, la salvación, el camino de la vida para siempre.

Primera lectura: Sabiduría 11, 23-12, 2

Segunda lectura: 2Tesalonicenses 1, 11-2, 2

Evangelio: Lucas 19, 1-10