XXV ANIVERSARIO DE LA DELEGACIÓN AFRICANA — II parte

16 Oct 2018 | Sin categoría

  • Día 12 Viernes

Tocan diana a las 6.00 Aquí son Dos horas menos que en España. Y celebramos la Eucaristía. Preside Jean Baptiste maestro de estudiantes, que es Burkinabe de Safané. La oración silenciosa en este ambiente de tantos sonidos de naturaleza. No es difícil recogerse. Al terminar la oración fuera de la capilla una costumbre muy fraterna, se saludan y abrazan todos a todos deseándose un feliz día. Después del desayuno se programa el día. Yo me reservo tiempo para preparar la homilía de mañana. Pero antes voy a visitar en el bosque el cementerio de las hermanas de Moundasso para hacer memoria de las que aquí reposan: MARIA Victoria de Alquerias + 23-6-2013 y Lea Dominique 24-4-2014 Burquinabe. Dios las tenga en su paz y velen por nosotros sus hermanas y hermanos..

Encuentro a Espiri y a Sergio sentados en el jardín y conversando sobre los recuerdos de los primeros tiempos en Burkina. Las anécdotas y el espíritu que les animaba y les hizo emprender la misión a Espiri y continuarla a Sergio.

Vamos a visitar a los hermanos de la otra casa en Dedugú y los encontramos con todos los preparativos para recibir a las familias de los que profesan y se ordenan. Saludamos a sus padres y a los frailes que han ido llegando: Alain, Wilfried, Roger, Bertrand, David. Visitamos toda la casa y el centro Edith Stein para estudiantes. Espiri y Sergio se quedan muy sorprendidos de las reformas y de los cambios. Me explican el hermoso significado del altar de la capilla con la Subida del Monte Carmelo, las formas de regar el huerto y las Moradas. Muy original. El artista esculpió a mitad de la subida del Carmelo una fuente para descansar por más que Espiri le dijo que no había descanso a mitad de camino. Y para las Moradas reflejó seis chozas de aquí y en medio el granero como morada central por ser la principal estancia. Vamos saludando a familias y amigos. A Helene que atiende el centro Edith Stein y que saluda a Sergio con mucha alegría. Las cosas y lugares que recordaban bien y lo mucho nuevo construido y reformado. Sergio y Espiri felicitan, felicitamos a los hermanos por el buen trabajo hecho en estos años. Ha venido una joven que nos ha tomado medidas para hacernos una camisa de las de fiesta con el estampado de los 25 años. Será simpático vernos pasado mañana vestidos para la ocasión.

Regresamos para comer a Moundasso y encontramos a Javier Abril y a Euloge recién llegados de Lomé, un viaje de 20 horas en autobús. Nos alegramos mucho de saludarles. Se van a descansar de la paliza que traen.

La tarde se nos va en descansar y yo en hablar con Emile toda la tarde hasta la hora del rosario a las 18.00. Hablo con Emile de la Delegación, de los hermanos, de los proyectos, de la economía, etc. Intenso compartir. El rezo del rosario es momento muy entrañable de oración a María ofreciendo los misterios por la ocasión que nos reúne. Que María vele por toda esta buena gente.

Sigo el resto del tiempo preparando la homilía de mañana para que la traduzca Jean Baptiste. En la cena seguimos saludando hermanos y familia que llegan. El prior y otros hermanos no regresan, están preparando la celebración hasta muy tarde y recibiendo a los hermanos que llegan.

Nos sentamos muy en medio del patio a un rato animado de recreación con los novicios. Y se van a descansar. Cuando llega JB dedicamos todavía una hora y media para traducir la homilía de mañana. Agradezco mucho su esfuerzo después del cansancio del día. Lo hace con mucho esmero.

Mañana es un día hermoso de entrega de Dos hermanos. Un regocijo grande para todo el Carmelo. Dios es bueno con nosotros y nos regala hermanos entusiasmados y llenos de vida. Que nos contagien y hagan florecer la viña del Jardín del Carmelo. Gracias Señor.

  • Día 13 Sábado

Amanece el día lleno de sonidos de naturaleza viva. Oración, desayuno y expedición hacia la parroquia Stma Trinidad para la celebración prevista para las 9.

Llegamos a la parroquia que está rebosante de fiesta y de animación. La gente nos saluda con mucho afecto. Algunos reconocen con mucha alegría a Espiri y a Sergio. Pero el que se lleva grandes abrazos es Javier (hace solo un año que dejó Dedugú, después de pasar aquí unos 20 años).Van llegando frailes de varias congregaciones y sacerdotes diocesanos. Todo está dispuesto. David y Bertrand con capa blanca y cara seria se dejan fotografiar por los hermanos.

La iglesia no está llena de gente hoy pero sí de vida. Destacó de la celebración la liturgia exquisitamente cuidada hasta los detalles mínimos. El maestro de ceremonia William Bicaba lo hace excelente y le siguen dóciles los servidores del altar serios y reverentes. El coro, como siempre, extraordinario, animando con entusiasmo y con canciones tan vivas acompañando canción con danza y gritos de alegría.

Acojo emocionado la profesión de David y Bertrand. Sobrecoge siempre la entrega de la vida de los hermanos, como un milagro de donación que solo se explica si Dios enamora y conquista nuestra vida, ayudando a superar tanta dificultad.

Os dejo la homilía como fue pronunciada:

 

Homilia en el día de la profesion solemne de David Kabore y Bertrand Lawson.

Buenos Dias y bienvenidos todos, familiares de nuestros hermanos David y Bertrand, gracias por compartir esta celebración especial y emocionante y gracias, sobre todo por el gran regalo de vuestros hijos. Hoy somos todos una gran familia. Bienvenidos Carmelitas descalzos y sacerdotes, gracias por vuestra presencia y oraciones. Os saludo tambien, buenas gentes de Dedugu, parroquianos y también a los que habéis llegado de fuera, gracias por el cariño que manifestáis con vuestra presencia. Saludo al Padre Emile, Delegado, y a Florent, Superior de esta comunidad y a Elisé, el párroco de esta parroquia de la Trinidad. Saludo también a los que han venido de Lome y de Abiyán y a los que no han podido desplazarse. También están presentes nuestras hermanas Carmelitas descalzas con sus oraciones. Saludo especialmente a Los Padres que me han acompañado, Espirindio, uno de los iniciadores de nuestra presencia aqui y Sergio que llego poco después en un momento decisivo y permaneció durante nueve años: a traves de vosotros dos manifestamos nuestro agradecimiento y respeto a todos Los Carmelitas que han contribuido a esta obra durante 25 años consagrando gran parte de su vida y esfuerzos al Evangelio y a Burkina Faso y a los demás países de la Delegación. Para vosotros y todos, pido un gran aplauso como signo de reconocimiento.

Este año celebramos el 450 aniversario del inicio de los Carmelitas descalzos en Duruelo, a cargo de San Juan de la Cruz y del padre Antonio de Jesús, el 28 de noviembre de 1568. Otra celebración que se une a esta, invitándonos a agradecer a Dios sus maravillas.

La palabra de Dios nos ha invitado a ser sabios, a escucharla cada día. Hoy, esta palabra nos recuerda lo más importante: que Dios es nuestro Padre, y nos ama siempre, nos acompaña. Y también que nos busca siempre y tiene sed de nosotros, de nuestra pobreza y disponibilidad.

Los carmelitas venimos de una familia de guerreros, de viejos soldados de Dios que dejaron las armas de guerra para enfrentar otra lucha no menos peligrosa, la de la conquista de la libertad interior, de la verdadera fraternidad y del descubrimiento del corazón de Dios. Estos primeros carmelitas decidieron entregar su vida a Jesucristo, a Dios sin pedir nada a cambio, solo por amor y por la alegría de servir. Pero no podréis ser buenos guerreros, buenos Carmelitas en la escuela de Teresa si no estáis dispuestos a aprender, si no os preparáis y entrenáis y, sobre todo, si no os dejáis ayudar continuamente.

Aunque este es un Camino difícil, lleno de comienzos. Aprendamos en primer lugar de nuestros padres y familias, de sus sacrificios y del estilo de vida que nos dado con la suya. Como ellos, también lo mejor y más valioso del Carmelo se ha construido en medio de la dificultad y la pobreza, en medio de la noche y sin reconocimiento. Os recuerdo que Teresa de Jesús escribió su mejor obra enferma y perseguida, y que San Juan de la Cruz compuso su mejor poesía de amor en una prisión muy dura. No busquéis la victoria a los ojos de Los hombres, sino buscad la verdadera victoria, y que es aquella que no se ve pero que es conocida por Dios. Vosotros os consagráis hoy para siempre, como María, con una disponibilidad absoluta, como decía Teresa de Lisieux: Que veux-tu que je fasse? Me voici …Je suis à toi….

La disponibilidad debe ser siempre vuestra actitud, vuestro habito. Un hermano de 100 años murió hace poco en Madrid y cada vez que lo visitaba me decía que estaba disponible para irse lejos y compartir lo poco que tenia con los pobres. Hoy no es el fin de Camino, sino el comienzo de una aventura y de un servicio. Un compromiso, una alianza que Dios hace con cada uno, Dios os dice 'si' a cada uno, os reconoce como sus amigos y compañeros, sus parientes, sus prójimos. Cada día de vuestra vida debéis renovar esta amistad y escuchar las palabras que el Ángel dirigió a María: Alégrate, no temas, el Espíritu Santo vendrá sobre ti, porque nada Es imposible para Dios. Para poder decir Si, como María, debéis antes escuchar estas palabras que os harán fuertes en la humildad y la disponibilidad al Espíritu. Las personas más valientes son aquellas que llevan las armas de la autenticidad, de la sencillez, de la oración, de la fidelidad, del dialogo, de la escucha y de la sinceridad. No envidiéis a nadie, si dejáis que Dios actúe en vosotros y os convertís en instrumentos dóciles en sus manos, todo irá bien.

Gracias a todos los que nos acompañáis hoy aquí, vuestras familias, parientes y amigos. Gracias especialmente a los formadores y los Superiores, por vuestra dedicación, paciencia y ayuda para hacer crecer. Nunca os lo agradeceremos suficientemente este trabajo cumplido. Queridos hermanos David y Bertrand: vuestra mejor gratitud hacia los formadores es que os sigáis formando y que continuéis a dejaros formar por cada hombre y cada mujer que Dios ponga en vuestro camino. Cada uno de ellos será palabra de Dios y luz en la noche. Queridos David y Bertrand, gracias y adelante, con coraje, humildad, fidelidad y sencillez. Que la Virgen María os lleve de la mano y os conduzca siempre a la Fuente de la Vida. Que el Señor Jesús este en vuestra vida por medio de tantas personas que tienen sed de Dios. De todo corazón, gracias y que Dios os bendiga.

Al final los agradecimientos de parte de la parroquia, el recuerdo de la historia de estos 25 años de vida entregada, agradecimiento de Bertrand en nombre de los dos arrancando los aplausos y la aclamación de la gente al saludar en Diulá la lengua nativa. Agradezco en nombre de la Provincia y de la Delegación el cariño de la gente y la vida y el ambiente de familia que se respira, de Fe vida y de esperanza cuando nos sentimos en comunión. La celebración tiene un momento de danza en la acción de Gracias emocionante con la iglesia en danza. Un grupo de niñas vestidas y pintadas de fiesta danzan llenas de alegría delante del presbiterio. Las mujeres bailan al modo africano sin ninguna timidez como sacando de dentro un profundo agradecimiento. Me conmueve pensar en las dificultades y problemas de estas gentes y en la forma de celebrar y romper el cerco de los pesares con la canción y la danza que abre la vida a la esperanza, eso es la liturgia.

 

Al final me hacen un obsequio. Un panel enrollado grande con los rostros de todos los miembros de la Delegación y todos los frailes que han pasado por aquí estos 25 años. Un detalle hermoso. No nos olvidamos de los hermanos que están ahora fuera de la Delegación en servicio o estudiando: Gérard en Nairobi (Estudiando inglés y desarrollo de proyectos, Mathieu en Roma (Recién entregada la tesis en biblia), Festus (recién defendida la tesis doctoral en Burgos), Víctor (Ayudando en Arturo Soria – Madrid y recuperándose de una operación), Alphonse (estudiando psicología en Comillas) y Bernard (en e CITeS, España). Va para ellos nuestra cercanía y afecto. También todos los que no han venido por cuidar y sostener las casas en Lomé y Abidyan.

Y la celebración de mañana que será mucho más multitudinaria y sentida, porque son cinco ordenandos.

Al terminar la celebración la comida para una gran cantidad de gente muy bien organizada y servida. Después descanso y en la tarde un gran concierto en la iglesia como homenaje a los 25 años de la misión. Finalmente vamos todos a cenar a la casa de Dedugú con todas las familias y amigos que se hospedan aquí. Se nota en cansancio al final de un día intenso y la emoción contenida por el día que se avecina mañana. Vamos a descansar para estar bien despiertos al día siguiente.

  • Día 14 Domingo

El día de hoy no es fácil de describir, ni contar. Realmente un día único e inolvidable. Hemos rezado en la mañana las laudes y desayunado con algunos de los familiares hospedados aquí y hemos ido saliendo repartidos en los coches hacia la parroquia. Hoy hay verdadera multitud en fiesta y un numerosísimo grupo de sacerdotes y religiosos que concelebran, religiosos y religiosas de distintas congregaciones. Gran espíritu de familia. Mucha gente fuera de la iglesia en los alrededores. Los sacerdotes se revisten en la sacristía o en la calle. Observo desde la sacristía en las traseras de la parroquia el humo que viene de unas grandes ollas donde las mujeres en grupos preparan la comida para todos los invitados. Sorprende que den de comer a tanta gente, y todo esté a punto para cuando termine la celebración. Saludamos al obispo Prospere, que es muy simpático y agradable, recién elegido hace unos meses, en julio. Muy accesible y conversable. Estudió seis años en Roma, hizo su tesis en psicología, y tomó el escapulario del Carmen, y nos dijo que había sido terciario carmelita, y se planteó entrar en la Orden.

Comenzamos la celebración. Hay muchos sacerdotes concelebrando venidos de muchos sitios, también los padres calzados de Bobo-Dioulasso, calculo unos cien concelebrantes. La celebración durará al fin tres horas y media, con animación musical y danzas sin prisa. El obispo agradece nuestra presencia y hoy se hace mención más específica todavía de los 25 años, con el presbiterio adornado para la ocasión, el escudo carmelitano y la mención a las bodas de plata. Vuelve a sorprender la exquisitez con la que está preparada la liturgia, y el papel de cada servidor del altar, cada uno con su función y muy armonizados. La llamada de los candidatos es un momento muy bello, van siendo llamados y se acercan desde atrás de la iglesia, acompañados de sus padres, mientras el coro canta.

Presento, como superior mayor a los ordenandos y reafirmo ante la pregunta del obispo que los consideramos dignos y que según el parecer de los que les conocen bien les dan su confianza para ejercer el ministerio y servir al altar como diáconos y sacerdotes.

En la homilía el obispo resalta que es un año de muchas gracias este del Jubileo de la fundación de la misión, un año de gracia que nos ha concedido el Señor a nuestra Iglesia-familia: ordenación episcopal, ordenaciones sacerdotales, jubileo de las Asociaciones familiares católicas, profesión de votos solemnes y ordenaciones diaconales y presbiterales. Nos felicita especialmente por la obra de evangelización que hemos realizado y seguimos realizando con el pueblo. Tiene un reconocimiento especial para el padre Javier Abril por su labor en la parroquia durante estos años pasados. Menciona a Elías, a Santa Teresa y a San Juan de la Cruz. Como carmelitas les invita, nos invita a entender, escuchar y observar la Palabra de Dios. Tiene al final un recuerdo para las carmelitas y nuestro convento de Moundasso, que desea pueda ser instaurada de nuevo la vida contemplativa en la diócesis, lo expresa como una verdadera necesidad.

El rito de la ordenación lleno de pausa y vivido momento a momento resulta muy emocionante, precioso el canto de las letanías. Me sobrecoge y emociona siempre imponer las manos a los ordenandos, y ver a todos los sacerdotes con tanto silencio y respeto invocando al Espíritu con las manos extendidas… ¡Ven, Espíritu Santo, sobre estos hermanos nuestros y acompáñalos siempre, siempre! No los dejes de tu mano. Los recién ordenados concelebran y participan por primera vez con emoción.

La comunión se distribuye calculamos que para más de 800 personas. Me sorprenden mucho la devoción con que comulgan, con tanto respeto y las manos de la gente, también de las mujeres, muy grandes, alargadas y curtidas, como para sostener el mundo.

La danza de acción de gracias es un momento pletórico de alegría. Los tres ordenados son traídos a la  nave central para iniciar una danza que recorre toda la iglesia mientras el coro canta rebosante de alegría. No hay palabras para describir este momento. Los ordenados también danzan terminado el recorrido sobre el presbiterio.

El final de la celebración es el momento para los agradecimientos y recuerdos. Habla un responsable de la parroquia, habla el padre Espiri que hace un recorrido y memoria por los años en que se llegó a Dedugú, sus recuerdos y anécdotas, su experiencia y las dificultades y esperanzas de la primera hora. Habla el padre Emile agradeciendo a los frailes de la provincia de Aragón-Valencia y ahora Ibérica de Santa Teresa.

Al salir saludamos a multitud de gente que espera fuera y que quieren estrechar las manos unos de otros. La comida en el mismo lugar de ayer y con mucha más gente, perfectamente ubicada y con voluntarios que al llegar te conducen al sitio que te corresponde. Durante la comida conversación amena con el obispo Prospere, muy simpático, que dice que beberá lo mismo que yo y me pone en un aprieto… al final dos cervezas.

El día termina con sensación de gozo grande y de agradecimiento profundo. Realmente se siente la alegría del Don de Dios en la persona de los hermanos que acaban de ser ordenados. Les confiamos a Dios, y deseamos que perseveren de día en día enamorados y conscientes de la hermosa responsabilidad y tarea que se les ha encomendado, el tesoro que llevan en vasijas de barro.

  • Día 15, lunes

Mientras en Ávila, Alba, Malagón clausuran el año jubilar con tanta emoción y multitudinaria presencia, aquí celebramos la fiesta de la Santa con unos cuantos padres y familiares de los ordenados, en la pequeña capilla de Moundasso. Preside Roger Ilbodieudonne, y predica David Kaboré. Asisten los frailes de las dos casas y los que todavía están por aquí antes de partir a sus comunidades de Lomé o Abiyán. En la homilía David recuerda que en la de su profesión dije que los carmelitas queremos conquistar la libertad interior y que procedemos de antiguos guerreros que dejaron las armas. Y él dice que nuestra principal tarea es ser cardiólogos, de los que auscultan el corazón y escuchan lo que pasa dentro, que debemos ser sobre todo de los que saben acompañar el interior y curar. Una hermosa idea.

Termina la celebración y Roger agradece en nombre de los ordenados, especialmente que hayamos querido celebrarlo con ellos viniendo desde España, agradece también a Emile y a la Delegación.

Yo también agradezco a los ordenandos, por su sí, también les pido perdón por lo que no hayamos hecho bien y por nuestras pobrezas y errores, que ahora que son diáconos y sacerdotes, nos perdonen y nos enseñen a servir, y nos ayuden a construir la Delegación, con la sabiduría de todo lo aprendido. Agradezco a las familias, les digo que somos una sola familia con ellos. Y agradezco a la Delegación por el trabajo de estos días, a los novicios que tanto se han desvivido, a Florent, Emile, Elisé… todo el trabajo bien hecho. Agradezco a Sergio y a Espiri la compañía y el haber participado de esta fiesta tan sentida, que nos dispone para trabajar y luchar unidos. Les recuerdo la felicitación de los hermanos que están fuera de la Delegación, Mathieu, Gérard, Festus, Víctor, Alphonse, Bernard, y de todos los que han pasado por la Delegación, de Pascual y de todos los demás. Felicitaciones del padre general Saverio.

Comemos y vamos despidiéndonos. Agradecimientos y discursos de despedida. Espiri recuerda en la comida emocionado a su madre y el sacrificio de la entrega del hijo que se fue lejos, y cómo permitió este sueño la entrega de una madre.

Por todos los que hacen posible el trabajo de la misión, los que son más visibles y los invisibles constructores de la verdadera misión, la de sembrar sin esperar, la de animar y alentar desde lejos o de cerca, desde la contemplación, la oración, y desde el trabajo a pie de calor sofocante y caminos polvorientos, o desde la noche de la fe. Gracias a todos hermanos y hermanas por seguir siendo misioneros. No os olvidéis de estos hermanos recién bautizados en el sacerdocio y el diaconado, para que sean buenos pastores y buenos carmelitas y nos enseñen a serlo, y también por los novicios y demás formandos, que son una hermosa promesa. Y todos nos enseñen y empujen a ser lo que Teresa sueña para nosotros, lo que Dios nos pide y que nazca el Carmelo que ha de nacer.

  • Día 16, martes

El 15 por la tarde salimos hacia Ouagadugú, viaje largo y penoso, lleno de baches y altos en la carretera, conducidos por la mano hábil de Germain, al que agradecemos el esfuerzo. Nos dice que lo hace con gusto y que no le cansa. Después de unas cuatro horas llegamos a la capital, y dejamos a la familia de Roger en su casa, por caminos horribles. Muy agradecidas las despedimos (la madre y la hermana de Roger) y la sobrina de Jean Baptiste. Vamos a saludar a las hermanas de  la Consolación que nos reciben muy amables y nos dan cena y conversación. En el aeropuerto esperamos unas dos horas y media y emprendemos nuestro regreso. Gracias a la memoria de Sergio nos avisa que con el billete se puede solicitar a cargo de la compañía aérea en estos vuelos un hotel por las horas entre vuelo y vuelo, y todo resulta de lo más cómodo, con desayuno, comida y cama por unas horas que nos saben a gloria bendita. Además el hotel se llama Relax. Y después de comer nuestro vuelo a Madrid, para seguir con la tarea, llenos de agradecimiento y con el alma muy enseñada de las gentes que nos han acogido y nos han dado una lección de cómo celebrar la vida.

Mucho que trabajar, mucho que orar, mucho que seguir sembrando. Mucho que agradecer a todos los que habéis dado vida a esta misión durante estos 25 años. Para todos vosotros y todos aquellos hermanos y hermanas, un abrazo lleno de reconocimiento y que María os siga sosteniendo y arropando en la misión del presente, donde Dios nos pide dar la vida.