El Padre Daniel cumplió noventa años el pasado 27 de septiembre, día en que se lo celebró gozosamente la comunidad. El día anterior vino su hermano Francisco, a felicitarlo.
Al domingo siguiente, el Padre Daniel fue sorprendido por la fiesta que le organizaron los emigrantes dominicanos, en agradecimiento a más de 35 años de dedicación a ellos, y particularmente a las mujeres solas, y más particularmente a las madres solas. Además de la labor social, ke recordaron especialmente agradecidas el fomento de la Fiesta anual de Nuestra Señora de la Altagracia.
Comenzó el agasajo con la santa Misa, a las seis de la tarde, presidida por Santiago, un sacerdote dominicano de la diócesis de San Francisco Macorís, y con celebrada por los Padres Juan Jesús y Antonio Benéitez. La celebración, muy al estilo caribeño, estuvo llena de signos y palabras en agradecimeinto al Padre Daniel, desde que llegó hace sesenta y cinco años a Sabana de la Mar (Rep. Dominicana) hasta el momento presente, con particular atención a los años en que fue tan nuemerosa la llegada de mujeres dominicanas para ser empleadas de hogar.
A continuación, interminable sesión de fotografías, y una surtida merienda, para acabar con una gran tarta configurada con las formas y los colores de la bandera de la República Dominicana.

