Con la restauración de los hachones de la iglesia del Santo Ángel, los carmelitas descalzos dan por concluida la recuperación de todo el conjunto de liturgia del altar mayor, unas piezas datadas del siglo XIX, en torno a 1860.
Este trabajo ha sido realizado por Jairo del Toro y Antonio Vera durante meses. El altar mayor, los ángeles y el último trabajo, el de los hachones, es la conclusión de la restauración del gran conjunto del altar.
Las principales deficiencias de estos hachones «se encontraban en un estado de conservación medio, siendo los principales daños en los bienes la acumulación de depósitos superficiales (polvo y hollín) y de cera, y las pérdidas de piezas y de dorado. El estado general del dorado era bueno, siendo necesario su fijación en algunos puntos concretos».
El siguiente paso fue la limpieza de los bienes. «Se retiraron los depósitos superficiales que alteraban el dorado de las piezas, así como la cera acumulada en distintas partes de los candelabros, siendo las zonas superiores e inferiores las más afectadas por los daños», mientras que la intervención concluyó con «la recomposición de los elementos separados y a reconstruir aquellos que faltaban, daños que se concentraban en los remates inferiores. El proceso se completó con el estucado y la reintegración cromática de los elementos reconstruidos, lagunas y pérdidas de la superficie».