El mes de octubre, después de celebrar a Santa Teresita, nos trajo un fin de semana de retiro. El lugar elejido fue la abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caidos. Dos días de retiro y de silencio, en los que participamos en la oración litúrgica de los monjes, uno de ellos nos dió una pequeña charla formativa y pudimos disfrutar de este paraje enclavado en la sierra de Madrid. Con gran solemnidad se celebró en nuestra casa el triduo preparatorio para las fiestas en honor de nuestra Madre Santa Teresa de Jesús. La vispera de la fiesta, celebramos una vigilia de oración a la que acudió un gran número de fieles. El día 15, por la mañana, nos acercamos a Ávila para participar en la misa de clausura del primer año Jubilar Teresiano y por la tarde en nuestra casa, celebramos solemnemente la eucaristía en honor de Santa Teresa.

