Con la llegada del verano y en vísperas del mes del Carmen, el Superior Provincial de los Carmelitas Descalzos de la Provincia Ibérica, P. Francisco Sánchez Oreja, dirige a toda la familia del Carmelo —frailes, monjas, seglares y comunidades— un mensaje cargado de profundidad espiritual, memoria agradecida y aliento fraterno.
El P. Provincial nos invita a mirar al Corazón abierto de Cristo, fuente de amor gratuito y mutuo, recordando las enseñanzas místicas de San Juan de la Cruz y acogiendo la espiritualidad del Corazón herido que nos busca primero.
Este mes de julio, tan mariano para el Carmelo, se nos presenta como una oportunidad para reavivar nuestra vocación carmelitana bajo el amparo de la Virgen del Carmen, a quien Teresa llamó Reina, Madre y Señora. La devoción a María no es sólo parte de nuestra tradición: es nuestra identidad más profunda como Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo.
El mensaje también pone en valor la figura de Elías, como profeta contemplativo y defensor del Dios vivo, y recuerda al Beato Juan Soreth, que dio al Carmelo una visión de familia al integrar la vida de los seglares. El P. Provincial subraya que la oración, la fraternidad y el servicio apostólico no pueden separarse en nuestra vida consagrada.
Finalmente, nos anima a vivir el verano con espíritu de descanso y dedicación, “vacando a solas con el Señor”, como decía la tradición monástica, sin olvidar la importancia del tiempo compartido con la familia y la comunidad.
“Que la Virgen María nos ampare a todos los carmelitas: religiosos, monjas, laicos, y que el amor filial a la Virgen edifique la fraternidad carmelitana.”
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