Antonio es uno de los tres hijos que tiene el matrimonio de Antonio Bosch Escudero y Mercedes Verdura Vilá. Nace el 6 de septiembre de 1889 en Tarragona. Con 12 años siente la vocación sacerdotal y decide entrar al seminario diocesano de Tarragona.
Tiene que ir a misa diaria al seminario. Esto no es fácil para Antonio y por eso su confesor, el P. Silverio de San Luis Gonzaga, favorece la situación consiguiendo permiso para que pueda acudir a misa diaria al convento de los carmelitas descalzos en vez de a la del seminario. Asiste a misa y ayuda como acólito a los frailes durante 3 años. El trato cercano con los hijos de Santa Teresa le hace dar el paso al Carmelo Descalzo. Con alegría toma el hábito con 15 años en el Desierto de las Palmas y allí hace la profesión religiosa el 9 de septiembre de 1906.
La formación la continúa primero en Tarragona, donde realiza los estudios de filosofía, y después en Barcelona para la teología. Llega pronto la hora deseada, un día después de la fiesta de San José del año 1915 recibe la ordenación sacerdotal
Su primer destino es Palafrugell. En esta localidad situada en la provincia de Gerona se encuentra el seminario menor del que es nombrado director. Comienza así su tarea ministerial con los aspirantes a ser carmelitas descalzos. Una vocación dentro de la vocación.
Pasa después Badalona, cerca de Barcelona, donde tiene la tarea de ecónomo de la comunidad. También dirige las actividades pastorales correspondientes a La Semana Devota además de instituir la Pía Unión de Santa Teresita.
En 1929 llega a Barcelona para ejercer como prior de dicha comunidad. También da clases de teología y es muy valorado tanto en el confesonario como en las predicaciones. Ayuda asimismo a poner al día la economía de la casa.
En Barcelona reside hasta llegar la contienda de 1936. El 20 de julio al dejar el convento recibe un golpe de pie, un puntapié, mortal o cuasi mortal en la nuca. Estaba ya sentado en el coche de la guardia civil cuando recibe la patada por la parte trasera de alguien que consigue entrar y huir después. Allí queda desvanecido o muerto. Tenía 47 años y 30 como carmelita descalzo.
No podemos venerar sus restos porque desconocemos el lugar donde descansan, pero sí encomendarnos a él y darlo a conocer como un fiel hijo de Santa Teresa de Jesús que vive el ideal carmelitano hasta el final, hasta dar la vida por Dios. Si alguien recibe gracias por medio de su intercesión o quiere aportar información o testimonios sobre el P. Jorge puede escribir al siguiente correo electrónico: santidadenelcarmelo@gmail.com
¡Beato Jorge de San José, ruega por nosotros!
P. Rafael Pascual Elías, ocd