Salutación a la Virgen. Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón; mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
Oración inicial. Te suplicamos, Padre celestial, que la Virgen María, madre y hermosura del Carmelo, cubra bajo su manto protector a todos los que celebramos el segundo día de la novena en su honor; para que, con su ejemplo y protección, crezcamos en la intimidad con su Hijo Jesucristo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Invocaciones
ROSA DEL CARMELO, perfúmanos en el alma y en el cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos. Dios te salve, María…
ESTRELLA DEL MAR, conduce nuestra barquilla en el mar de la vida hasta que lleguemos a las playas luminosas de la patria celestial. Dios te salve, María…
REINA DEL CIELO, que un día gocemos de tu compañía en la eternidad y proclamemos contigo la grandeza del Señor, porque el Poderoso hizo en ti maravillas. Dios te salve, María…
(Pídase la gracia que se desea alcanzar)
Letanías
Santa María, madre de Dios y madre nuestra, ruega por nosotros.
Nueva Eva, ruega por nosotros.
Madre de los vivientes, ruega por nosotros.
Estirpe de Abraham, ruega por nosotros.
Heredera de la promesa, ruega por nosotros.
Raíz de Jesé, ruega por nosotros.
Hija de Sión, ruega por nosotros.
Tierra virgen, ruega por nosotros.
Escala de Jacob, ruega por nosotros.
Madre y hermosura del Carmelo, ruega por nosotros.
– Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.
– Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
Oración final. Virgen María, madre y hermosura del Carmelo, estrella del mar, en esta novena acudimos a ti implorando tu amparo. Madre de Dios y madre nuestra, dirige tu mirada a todos los que invocamos tu auxilio, escucha nuestras plegarias y enséñanos a servir a Jesús con corazón sincero, como hiciste tú. Madre de misericordia y refugio de los pecadores, intercede por nosotros ante tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Flor del Carmelo, / viña florida,
esplendor del cielo, / Virgen singular.
Oh, madre amable, / mujer sin mancilla,
protege siempre / a los carmelitas,
y a todos tus hijos, / estrella del mar.
– Ave María Purísima.
– Sin pecado concebida.