Con profundo pesar comunicamos el fallecimiento del P. Manuel Conesa Martínez, OCD, carmelita descalzo de la Provincia Ibérica, quien se encontraba al servicio de la Provincia de Centroamérica. El Señor lo llamó a su presencia ayer, jueves 5 de junio, a las 21:50 h. (hora de El Salvador; 5:50 h. del 6 de junio en España), en la comunidad Nuestra Señora del Carmen, ubicada en la Colonia Roma de San Salvador, donde residía.
El P. Manuel nació el 14 de junio de 1934 en Torrealta de Molina (Murcia, España), hijo de José y Demetria. Ingresó en el Colegio Teresiano de Castellón para cursar Humanidades y tomó el hábito carmelita el 2 de diciembre de 1950 en el Desierto de las Palmas, donde profesó al año siguiente, el 9 de diciembre de 1951. Realizó sus estudios de Filosofía en Valencia (1952–1956) y posteriormente cursó Teología en Zaragoza (1956–1960), donde fue ordenado sacerdote el 8 de mayo de 1960. Completó su formación con un curso de pastoral en Pamplona (1961–1962).
Aunque inicialmente fue destinado al convento de Caravaca, su vocación misionera lo llevó muy pronto a América. Llegó a San Salvador en 1963 y, desde entonces, su vida estuvo entregada al servicio de las comunidades carmelitas en El Salvador, Venezuela, Costa Rica, Honduras y Nicaragua. En Caracas fue superior de la comunidad, y en San José (Costa Rica), también desempeñó ese cargo. Con la erección de la Provincia de Centroamérica en 1997, el P. Manuel continuó su labor con generosidad, permaneciendo incardinado en la Provincia Ibérica.
En los últimos meses, su salud se había deteriorado. Tras una hospitalización, regresó a la comunidad de Colonia Roma, donde fue atendido con esmero. En los días finales, las dificultades respiratorias y de alimentación fueron en aumento, hasta que el Señor lo llamó a su descanso definitivo.
Sus restos están siendo velados hoy en San Salvador. La Misa de funeral se celebrará mañana, sábado por la mañana, también en San Salvador.
Desde la Provincia Ibérica nos unimos fraternalmente a la Provincia de Centroamérica en la oración y en la esperanza, confiando en que el Señor, rico en misericordia, conceda al P. Manuel la Vida Eterna en comunión con los santos carmelitas y con todos los fieles que nos han precedido en el signo de la fe.
Descanse en paz.