Este miércoles 15 de octubre de 2025, coincidiendo con la Solemnidad de Santa Teresa de Jesús, la villa ducal de Alba de Tormes vivió un acto de especial significado espiritual y humano con el nombramiento como Hijo Adoptivo del P. Miguel Ángel González de la Madre de Dios, prior de los Carmelitas Descalzos de Alba de Tormes y Salamanca.
El reconocimiento se celebró en la Basílica de la Anunciación, en un ambiente de emoción y gratitud, coincidiendo con el día grande dedicado a la Santa. Al acto asistieron numerosas autoridades civiles, eclesiásticas y representantes de la vida política local, provincial y nacional. Entre ellos, el consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, Gonzalo Santonja; el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias; el diputado de Cultura, David Mingo; la senadora Esther del Brío.
En su intervención, el P. Miguel Ángel González pronunció un emotivo discurso de gratitud, en el que subrayó su profundo vínculo con Alba de Tormes y su deseo de que este reconocimiento sea un estímulo para todos los albenses en el seguimiento del espíritu teresiano.
“Quien llega a Alba se siente albense”, expresó el prior. “Este reconocimiento pertenece, sobre todo, a Santa Teresa de Jesús, porque para ella y por ella vivimos. No me siento merecedor de esta distinción, que ofrezco a la Santa y comparto con toda la Orden del Carmelo Descalzo, pidiendo que sea para todos los albenses estímulo de hermandad, sacrificio y trabajo.”
El P. Miguel Ángel concluyó sus palabras recordando que todo lo que se recibe es don de Dios:
“Somos servidores que hemos hecho lo que teníamos que hacer. Todo es dado de Dios, y por eso lo recibo con gratitud y lo ofrezco al lado del corazón de la Santa, reclamo para todos de amor fraterno.”
Con este nombramiento, el Ayuntamiento de Alba de Tormes ha querido reconocer la entrega pastoral, la cercanía y la labor cultural y espiritual que el P. Miguel Ángel González desarrolla desde la comunidad carmelitana, así como su implicación en la difusión del legado de Santa Teresa de Jesús, que continúa haciendo de la villa ducal un lugar de fe viva, historia y encuentro.