La localidad de Beas de Segura conmemora hoy el 450º aniversario de la Fundación del Monasterio de Carmelitas Descalzas, fundado por Santa Teresa de Jesús el 24 de febrero de 1575. Para celebrar esta efeméride, se ha llevado a cabo una Solemne Eucaristía, presidida por el Padre Francisco Sánchez Oreja, Superior Provincial del Carmelo Descalzo en la Provincia Ibérica.
La celebración ha reunido a autoridades locales, sacerdotes de la diócesis de Jaén, miembros de la Orden del Carmelo Descalzo y la comunidad de Carmelitas Descalzas, quienes han recordado con gratitud la llegada de Santa Teresa a Beas y la importancia histórica y espiritual de esta fundación.
En su homilía, el Padre Sánchez Oreja ha subrayado la importancia de la memoria histórica para fortalecer la vida espiritual:
“Vivir es recordar, no porque debamos quedarnos anclados en el pasado, sino porque es necesario guardar lo mejor de nuestra historia como estímulo para vivir el presente.”
El monasterio de San José del Salvador de Beas se convirtió en un pilar fundamental del Carmelo Descalzo y fue testigo de momentos clave para la Orden. En este lugar, Santa Teresa tuvo un encuentro determinante con el Padre Gracián. Además San Juan de la Cruz ejerció como confesor y maestro espiritual de las monjas. Asimismo, figuras como Ana de Jesús y otras carmelitas destacadas contribuyeron a la expansión de la reforma teresiana en España.
El Padre Sánchez Oreja ha recordado con emoción a las primeras religiosas del convento, mencionando a Ana de Jesús, María de la Visitación, Beatriz de San Miguel y las primeras novicias, quienes fueron pioneras en la vivencia del espíritu teresiano en Beas. También ha destacado el papel de las carmelitas en la expansión del Carmelo Descalzo, con fundaciones en ciudades como Granada, Málaga y Córdoba.
La conmemoración de este 450º aniversario ha sido un momento especial de acción de gracias y renovación del compromiso con la vocación carmelita. En este sentido, el Superior Provincial ha instado a la comunidad a seguir viviendo con fidelidad el legado de Santa Teresa y San Juan de la Cruz, en la oración, la vida fraterna y el servicio al Reino de Cristo.
El acto ha concluido con un gesto simbólico inspirado en la tradición carmelita: la memoria del episodio en el que Santa Teresa entregó su capa a Ana de Jesús, evocando el espíritu de fraternidad que sigue marcando la identidad del Carmelo Descalzo.
La celebración, que fue animada por el coro del carmelo seglar de Linares, de estos 450 años reafirma la vigencia y riqueza del carisma teresiano, que sigue vivo en Beas de Segura y en toda la familia carmelita.


