Después del descanso forzado por la pandemia, de nuevo los peregrinos han hecho el camino de san Juan de la Cruz este año desde Caravaca a Beas de Segura. El jueves 26 daban por terminada su peregrinación. Una ruta de alrededor 150 km que realizaba San Juan de la Cruz siendo vicario y confesor de los conventos de Carmelitas Descalzas y que nos proponemos continuar año tras año con el apoyo cada vez más generoso de los diferentes pueblos por donde se realiza..
Han sido una treintena de peregrinos los que han caminado por las antiguas vías de comunicación del siglo XVI pasando por los municipios de Beas de Segura, Hornos de Segura, Santiago-Pontones, Nerpio, Moratalla y Caravaca de la Cruz. Un camino que recorre montañas, bosques, ríos, aldeas, cortijos, pueblos, etc. Una nueva oportunidad única de los caminantes para adentrarse en la sierra que atravesó San Juan de la Cruz para llegar a la villa de Caravaca, caminando por sendas y caminos que le guiaron por las pintorescas poblaciones que salpican la orografía segureña.
El Camino nace a comienzos de 2016 a iniciativa de los Carmelitas Descalzos de Caravaca, con el apoyo de las Carmelitas Descalzas beasenses, para dar a conocer el legado patrimonial, paisajístico y etnográfico de aquellas villas por las que pasó y acercar al turista o peregrino su mensaje, su mística y su poesía.
Beas de Segura y Caravaca de la Cruz son dos villas unidas desde tiempos remotos por su historia, muy vinculada a la Orden de Santiago y los Carmelitas Descalzos. El resto de municipios que conforman el “Camino de San Juan de la Cruz” se adentran en plena Sierra de Segura, ofreciendo algunos de los paisajes más bellos de la geografía española.