Lunes 30 de agosto de 2021
Los miembros del Capítulo se reunieron a las siete de la mañana para la celebración de las Laudes y un tiempo de oración. Posteriormente, a las nueve y media, el P. Saverio Cannistrà declaró oficialmente abierto el Capítulo General.
El P. General comenzó explicando a todos la composición de la Asamblea capitular, haciendo notar algunas ausencias, escasas, debidas a problemas diversos que han impedido viajar a algunos capitulares. Los hermanos llegados de la India están finalizando la cuarentena en el Teresianum, pero se han hecho presentes en este momento de apertura a través de una videoconferencia. Como curiosidad, notar que en este año más de la mitad de los miembros de la Asamblea participan por primera vez en un Capítulo General.
El Capítulo realizó algunas elecciones y votaciones relativas a su funcionamiento:
Secretario (P. Angelo Lanfranchi) y vicesecretario (P. Grzegorz Firszt);
Los cuatro moderadores de las sesiones (PP. Javier Mena, Johannes Gorantla -definidores-, P. Fausto Lincio -provincial de Lombardía- y P. Lázaro Iparraguirre -provincial de Navarra-;
Finalmente, la Asamblea aprobó las Normas para la celebración del Capítulo General, el horario cotidiano y el calendario del Capítulo.
El P. General explicó detenidamente cada uno de estos pasos y dio algunas explicaciones al respecto. En particular, explicó que, este año, el Definitorio ha querido dar más espacio a los encuentros y a los trabajos de grupo, sea por lengua (inglés, francés, español e italiano), sea por área geográfica.
A las doce del mediodía se celebró la Eucaristía, presidida por Mons. José Rodríguez Carballo, Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Al introducir la misa votiva del Espíritu Santo, insistió en la necesidad de dejar que Él se haga presente durante el Capítulo, introduciéndose en nuestra cabeza, en nuestro corazón y también en nuestros votos. Su homilía se ha concentrado en tres temas principales: la alegría, la llamada a ser profetas de esperanza y la necesidad de sostenernos mutuamente.
Durante la tarde los capitulares han tenido la primera reunión en los grupos de trabajo.
Martes 31 de agosto
Comenzó nuestra jornada con la misa matutina, presidida por nuestro hermano Mons. Oswaldo Escobar, ocd. Podríamos resumir su homilía con estas palabras: mantened un espíritu de discernimiento y de vigilia a la escucha del Señor.
A las 9 nos hemos reunido en la Sala del Capítulo para una sesión matinal de “renovación espiritual”. Hemos escuchado en primer lugar a Mons. Libanori, sj, obispo auxiliar de Roma. Su meditación se ha desarrollado en torno a 1 Re 19, el camino del profeta Elías que huye al desierto y camina durante cuarenta días hasta el monte del Señor. Entre oras cosas, el ponente nos ha invitado a recordar que, el hecho de haber sido elegidos y enviados por Dios nos concede también la posibilidad regresar a Aquél que nos ha enviado. Pero hemos de ir al desierto, donde Dios habla, donde Dios ha establecido su Alianza. Mons. Libanori nos ha ofrecido también algunas conclusiones prácticas: hemos de mantener viva la esperanza para nuestro mundo; por ello, quizás ha llegado el momento de tomar la postura de los Apóstoles reunidos en el cenáculo con María, en la espera de la venida del Espíritu Santo. Solo el verdadero contemplativo puede discernir y anunciar los caminos del Señor.
En la segunda mitad de la mañana, nuestro hermano Mons. Oswaldo Escobar, ocd, ha compartido con nosotros lo que para él significa -inspirándose en las exhortaciones del papa Francisco- el “Carmelo en salida”. Después de haber recordado los varios aniversarios y centenarios que se celebrarán durante el próximo sexenio, ha hablado de dos eventos únicos que han tenido lugar en los precedentes: por primera vez, la Orden, en sus diversas ramas, leyó a la vez en todo el mundo los escritos de nuestra Madre; además, los frailes han afrontado una relectura de sus Constituciones. Mons. Escobar señaló tres desafíos para nuestra Orden hoy: el trabajo de la nueva evangelización, el paso de la autorreferencialidad a la solidaridad y la cura de aquellos que Dios nos ha confiado (pueblo o frailes).
Por la tarde, los capitulares se han reunido de nuevo en pequeños grupos para el diálogo. Después, a las 17:30, cada grupo ha podido compartir en el aula capitular las cuestiones suscitadas por las relaciones enviadas por las diferentes estructuras dependientes del Gobierno general, así como algunas cuestiones específicas de las diversas áreas geográficas.
El encuentro finalizó a las 19:00 y la jornada concluyó con la oración y las vísperas. Hoy animó la liturgia el grupo latinoamericano.
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