Disponíamos de la tarjeta invitación para el evento; rezaba así: “XX comida benéfica. 2024 por la restauración urgente. Iglesia del Carmen de La Habana. Eucaristía en el monasterio de las MM. Carmelitas Descalzas. Lugar de la comida: Casa de la Iglesia (Seminario Diocesano)” Se indicaba el modo de colaborar con el cubierto, mesa cero, bizum y los teléfonos pertinentes.
Lo que se vivió, como para hacer memoria y compartir, fue mucho más. Se presentaban dificultades al tener tan cercana las jornadas de los Ejercicios Espirituales en los últimos días de cuaresma casi, sin posibilidad de convocar a la gente, con tan poco espacio de tiempo. La sorpresa se produjo. Se solicitaron las tarjetas de comensales y se superó el centenar (106 personas); como los asistentes a la Eucaristía que llenaron el templo de nuestras madres Carmelitas Descalzas. Ellas nos acompañaron con la colecta y en todo, desde la clausura, y embellecieron la celebración con la música y sus voces, mezcladas con las nuestras que hacían resonar el templo; como las ofrendas, lecturas, moniciones. El padre asistente de la fraternidad Francisco V. López Fernández, OCD, presidía y recordaba la dimensión misionera del carmelo y su colaboración con La Habana desde este rinconcito del Carmelo Seglar de Jaén.
No podía faltar la fotografía grupal; y al salir de la iglesia y antes de encaminarnos para la comida quedó, encuadrado el grupo.
La galería de la Casa de la Iglesia (Seminario Diocesano) se convirtió en comedor. La mayoría eran mesas de diez comensales como para poder compartir y conversar. Y todo iba en armonía hasta que llegaron los sorteos de los regalos (donaciones de casas comerciales y particulares). Casi se produjo el milagro de ser todos niños; todos querían marchar con algo, con algún regalo. Y hubo para muchos. Casi se multiplicaban los obsequios.
La dimensión misionera se notó en los rostros, a veces contemplativos y oracionales, otros de atención, de escucha, de alegría, de felicidad ante el saludo, que trasmitió del padre Provincial por medio del padre Francisco V. López, como del audio que escuchamos de N. P. General en la acción de gracias eucarística, con su agradecimiento, cercanía, recuerdo, oración y bendición, y que se acogió con un aplauso de alabanzas.
Con aplausos nos despedimos en el comedor por la obra de las misiones y del Carmelo Seglar de Jaén que trabajó muy bien la Jornada de Misiones, apuntándonos para la próxima edición de la XXI Comida Benéfica en el año 2025.
