En un mundo marcado por la prisa y el ruido, los Carmelitas Descalzos de Segovia vuelven a abrir las puertas de su convento para ofrecer una propuesta espiritual profundamente enraizada en la tradición mística del Carmelo: la Pascua Contemplativa 2025. Bajo el lema evangélico «Yo soy la resurrección y la vida», la comunidad invita a vivir el Triduo Pascual en un clima de silencio, oración y contemplación, acompañando a Cristo en su Pasión, Muerte y Resurrección.
La experiencia se desarrolla en el Convento de San Juan de la Cruz, un lugar de enorme riqueza espiritual y simbólica, donde se custodia el sepulcro del gran místico carmelita, San Juan de la Cruz. Esta presencia convierte al convento en un foco de interioridad y de gracia, haciendo de la Pascua no solo una celebración litúrgica, sino una auténtica peregrinación al corazón de la fe cristiana, guiada por la poesía y la teología del santo doctor de la Iglesia.
El programa se despliega a lo largo de cuatro días:
- Miércoles 16 de abril – 20:30h: Vía Crucis, para recorrer con Jesús el camino del dolor y del amor redentor.
- Jueves Santo, 17 de abril – 19:00h: Celebración de la Cena del Señor, conmemorada con solemnidad y profundidad espiritual. A las 22:00h, los fieles están invitados a acompañar a Jesús en Getsemaní, en una vigilia titulada “Velad conmigo”, un tiempo de adoración en silencio.
- Viernes Santo, 18 de abril – 18:00h: Celebración de la Pasión y Muerte del Señor, en un ambiente austero y sobrecogedor.
- Sábado Santo, 19 de abril – 22:30h: Gran Vigilia Pascual, la noche santa por excelencia, en la que la Iglesia entera celebra la victoria de Cristo sobre la muerte. Como se proclama en el Exultet: “¡Qué noche tan dichosa en que se une el cielo con la tierra, lo humano y lo divino!”
Esta Pascua no es una simple conmemoración, sino una inmersión en el Misterio, vivida en un entorno privilegiado que respira siglos de oración, recogimiento y santidad. El convento de los Carmelitas Descalzos, enclavado en el paisaje sereno de Segovia, ofrece a quienes lo visitan un espacio de silencio fecundo, donde la voz de Dios puede escucharse con claridad. Allí, el eco de los versos de San Juan de la Cruz —«¡Oh noche que juntaste / Amado con amada!»— resuena con una fuerza especial en el corazón de quienes desean una Pascua distinta, más profunda, más verdadera.
La comunidad carmelita anima a todos los fieles, especialmente a aquellos que buscan renovar su fe o vivir un tiempo de gracia, a sumarse a esta experiencia única, donde la contemplación y la liturgia se entrelazan para dar sentido pleno a la celebración del misterio pascual.