En la solemnidad de Santa Teresa de Jesús la catedral de Ávila ha acogido una eucaristía solemne presidida por el Nuncio de Su Santidad en España, Mons. Bernardito Auza.
La celebración ha congregado a casi 1.000 fieles. Han concelebrado junto al nuncio el obispo de Ávila, monseñor Jesús Rico García, el Cardenal arzobispo emérito de Valladolid, monseñor Ricardo Blázquez, el obispo abulense emérito, monseñor Jesús García Burillo, así monseñor Carlos López, obispo emérito de Salamanca.
El carmelo Descalzo ha estado representado por varios religiosos de la comunidad de Ávila y del centro Internacional Teresiano Sanjuanista. Además, en la catedral ha estado presente el superior de la Provincia Ibérica, P, Francisco Sánchez oreja.
“Teresa es luz para todos nosotros, para toda la Iglesia universal”, ha afirmado en su homilía el nuncio. Una homilía en la que se notado el gran cariño que tiene monseñor Auza por la Santa.
“Es difícil lograr la santidad, porque todos tenemos muchos defectos. El Señor nos regala una libertad total, hasta la libertad para rebelarnos contra Él. Como hemos escuchado en el Evangelio, Jesús da gracias al Padre porque esconde estas cosas a los sabios y entendidos y las revela a la gente sencilla. La verdadera sabiduría no está en los orgullosos y llenos de sí mismos, sino en los que con sinceridad de corazón se hablen a Dios, lo entienden los pequeños”, ha indicado Nuncio de Su Santidad en España para invitar a todos los presentes a aspirar a la santidad.
Tras la solemne eucaristía se produjo la procesión con las imágenes de Santa Teresa y de la Virgen de la Caridad, acompañados por representantes de las distintas cofradías de penitencia y de gloria de la ciudad de Ávila, así como de un grupo de Damas y Caballeros Alféreces Cadetes del Cuerpo de Intendencia, de quien Santa Teresa también es patrona.