Un camino de casi siete años tuvo ayer su resultado final. Toda la ciudad de Sevilla se agolpó en sus calles y plazas para acompañar a esta maravillosa Imagen tallada por Martínez Montañés en 1617 para el convento del Santo Ángel.
El P. Provincial, P. Francisco Sánchez Oreja, acompañó a la comunidad de Frailes que se vio desbordada por una multitud de fieles que acompañaron con respetuoso silencio ante las marchas de la Banda de la Puebla del Río y bajo la guía de los Villanueva.
Sevilla lo ha acogido como algo suyo, así en Sevilla se confirma lo que gusta y coincide con su esencia más personal.
Sin duda alguna una jornada para la historia del Carmelo en Sevilla donde parecía imposible aportar algo nuevo, pues sí, el Carmelo sabe dar su sello de Teresa y Juan de la Cruz a todo lo que nace en sus muros.