Se ha procedido a la restauración de dos esculturas que forman parte del altar de San Expedito localizado en la nave del evangelio de la Iglesia Conventual del Santo Ángel de Sevilla.
El retablo fue bendecido en 1894, donado por Dª. Margarita Lugo de Viñas, viuda de Power. Fue tallado y dorado por Rossy, junto con las pinturas de Antonio Cavallini. Actualmente ubica en su parte inferior a la imagen de San Expedito, talla atribuida a Manuel Escamilla. En el retablo aún se encontraba la imagen de San Agustín, mientras que el Sagrado Corazón de Jesús estaba en la clausura, habiendo sido sustituida por una del Beato Francisco Palau. Al ubicarse de nuevo según su programa original, se les ha colocado a cada una detrás el resplandor dorado que completan la iconografía del retablo.
Las esculturas son vaciados en yeso de gran calidad policromadas al óleo con detalles dorados a la sisa. Las policromías apenas han sufrido retoques, puesto que no se aprecian daños que tuvieran que ocultarse, principal causa de la mayoría de repintes que se suelen encontrar. En algún momento de su historia, han sido barnizadas y envejecidas mediante betunes de forma desigual, es decir, con mayor cantidad en las zonas claras y con menor en las encarnaduras y los ropajes de color.
Las labores de restauración han consistido en la limpieza de los barnices oxidados, betunes y repintes que enmascaraban el rico y vivo colorido de las esculturas.
La limpieza se ha realizado combinando métodos químicos, como el uso de disolventes orgánicos en diferentes proporciones para no dañar la policromía ni los dorados y métodos mecánicos, tales como a bisturí, por abrasión y otros.
Previamente a la limpieza se realizaron diversas catas para elegir el sistema de limpieza más adecuado. Una vez realizado el estudio, se procedió a la limpieza buscando siempre la uniformidad cromática del conjunto.
Tras la limpieza, se ha procedido a aplicar un barniz intermedio con el fin de aislar la policromía del posterior retoque pictórico.
El retoque pictórico ha ido dirigido a las zonas desgastadas de la imagen, así como en algunos dorados que habían perdido su brillo y lustre. La reintegración cromática ha sido realizada con colores al barniz “LEAL” de gran calidad y durabilidad.
Finalmente se ha aplicado un barniz final mediante pulverización para proteger el conjunto y reavivar los colores.
Los trabajos de restauración han sido dirigidos y realizados por el restaurador graduado Alfonso Verde González con la ayuda de la restauradora graduada Cristina Mª Molina Casse en su taller localizado en Salteras.