El pasado 19 de agosto, en el marco del decenario de la Encarnación en Ávila, el P. Francisco Sánchez Oreja, Superior Provincial de los Carmelitas Descalzos, presidió la celebración en honor a la Transverberación de Santa Teresa de Jesús.
En su homilía, el P. Provincial recordó que la transverberación no es un hecho aislado ni un fenómeno extraordinario, sino un signo profundo de hasta dónde puede llegar la fuerza del amor de Dios cuando se acoge sin reservas. Citando a la propia Teresa en su Libro de la Vida (cap. 29), evocó sus palabras:
“Sentía el amor tan grande de Dios que no sabía yo cómo lo podía sufrir”.
El P. Sánchez Oreja subrayó que la herida de amor que marcó a Teresa es también una invitación para todos los creyentes:
“Cuando Dios hiere con su dardo, no es para que guardemos el fuego, sino para que lo entreguemos. Un corazón herido por el amor de Cristo vive sin reservas, ama sin medida y espera sin impaciencia”.
La homilía animó a los fieles a dejarse transformar por este amor que no destruye, sino que renueva y fortalece. Asimismo, puso de relieve el papel de las Carmelitas de la Encarnación, cuyo monasterio es un verdadero taller de oración y redención, sosteniendo la vida de la Iglesia con su fidelidad contemplativa.
El decenario, celebrado en torno al misterio de la transverberación, concluyó con una oración confiada a Santa Teresa, maestra de oración y mujer herida por el Amor divino, cuya experiencia sigue siendo hoy una luz para la vida espiritual de la Iglesia.