Hoy charlamos con José Manuel Triano, presidente nacional del Carmelo Seglar. Con él nos acercamos hasta esta rica realidad de la Familia del Carmelo Descalzo.
Para alguien que no conozca la Orden del Carmelo Seglar, ¿Cómo se la describiría?
Para alguien con fe la describiría como una gran familia, que caminamos unidos siguiendo a Cristo, de la mano de la Virgen, a la manera de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, pero en nuestra realidad, en el mundo de hoy. Para alguien que está alejado de Dios la describiría igual, pero enfatizando el concepto de familia y el de compartir la vida.
¿Cuáles son los principales rasgos?
Creo que están reflejados en la respuesta anterior. Pero resaltaría dos: la dimensión comunitaria y el estar siempre en camino, ese creo que deben ser nuestros principales rasgos.
En general, ¿cómo suelen organizarse las comunidades de carmelitas seglares?
Suelen organizarse alrededor de un convento o monasterio de nuestros frailes o monjas, aunque no es condición indispensable para que pueda formarse una comunidad ocds. En general, yo diría que suelen organizarse cómo y donde haya personas que se sientan interpeladas por el Espíritu, para cumplir la voluntad de Dios en sus vidas, siguiendo el camino de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, dentro de la Orden de los Carmelitas Descalzos con todo lo que eso conlleva.
¿Cómo se puede vivir la vocación carmelita desde el laicado?
En un mundo como el de hoy, descubriendo a Dios en cada persona que nos rodea, con todo aquel con quien nos relacionamos. Encontrando a Dios en cada acción que realizamos por nimia que parezca, es decir, trayendo a Dios presente en cada segundo que vivimos y en cada acción que realizamos en el trabajo, en la familia, en los acontecimientos…, de forma sencilla. Podríamos decir que la mejor forma de ser laico carmelita es siendo “místico de andar por casa”.
En esta vida, el compromiso parece que es una palabra ya olvidada. Entiendo que es fundamental esta palabra en mayúscula para el día a día de un carmelita seglar
Totalmente. El amor sin compromiso deja de serlo para convertirse simplemente en mero sentimentalismo. Nosotros amamos con el Amor de Dios, porque es Dios quien ama a través de nosotros y somo amados por Él a través de los demás y de la Iglesia. Y por esto, el compromiso debe ser natural, no impuesto, debe salir desde nuestras entrañas, desde “nuestro mas profundo centro”. Es una necesidad y no una obligación.
En este mundo, con tanto ruido, ¿es posible pasarse a escuchar el mensaje de Teresa y Juan de la Cruz?
Yo creo que sería al revés, nuestros santos padres nos enseñan a pararnos para poder escuchar a Dios sin salir de este mundo en el que Él nos quiere. Ellos se hacen los encontradizos siempre con todos a través de sus libros y de cada uno de los que componemos la gran familia del Carmelo.
Para aquellas personas que hayan sentido curiosidad al leer esta entrevista, ¿Qué les diría?
Mas que decir algo les mostraría los brazos abiertos.¡¡Que se acerquen!! No podemos asegurar que tengan la vocación de carmelitas seglares, pero sí podemos asegurarles que les acompañaremos y ayudaremos en su camino de discernimiento. Luego, tengan o no la vocación, nuestros brazos seguirán abiertos.