José Tristany Pujol nace en Espinagosa, la masía de los Tristany, cerca de Su, en Lérida. Su familia es bien conocida en la historia de España por la participación en las guerras carlistas, destacando entre todos Rafael Tristany. Es el 14 de diciembre de 1872 cuando José ve la luz por primera vez. Tiene cinco hermanos. José es el pequeño. Queda huérfano de padre muy pronto y su madre lo envía a vivir con sus tíos cuando tiene 12 años. Para entonces su hermano Melitón (Ludovico de los Sagrados Corazones) ya ha ingresado en el Carmelo Descalzo.
En 1890 el joven José sigue los pasos de su hermano y también toma el hábito de carmelita descalzo en el Desierto de las Palmas (Castellón). Allí mismo hace la profesión religiosa el 20 de agosto de 1891. Desde este momento pasa a ser Lucas de San José. Continúa la formación religiosa con los estudios de filosofía en Ávila y de teología en Valencia. En esta ciudad recibe la ordenación sacerdotal el 27 de mayo de 1899. Comienza su andadura sacerdotal como profesor de los carmelitas en formación en Burriana (Castellón) y Tarragona. A los pocos años, en 1905, deja su España natal con destino a México, donde desarrolla una labor muy meritoria. La restauración de la provincia de Cataluña le hace regresar a su patria al ser nombrado vicario provincial de la misma. Vuelve a México en 1911, pero ante la persecución religiosa pasa a Estados Unidos donde es muy bien recibido por los obispos que le encargan tareas apostólicas para la talla de un auténtico Tristany. En estas tierras permanece hasta 1924 en que retorna a España. El motivo es importante y decisivo, es elegido provincial de San José de Cataluña. Al año siguiente el capítulo general de la Orden lo nombra consejero general y tiene que fijar su residencia en Roma. Con dicho oficio realiza las visitas a los conventos carmelitanos de Estados Unidos, Cuba y España. En 1933 es elegido prior de la comunidad de Barcelona y deja Roma para ejercer su nueva tarea encomendada.
Llega 1936 y nuevamente es elegido provincial. Cuando lleva apenas dos meses en el cargo España arde en llamas al comenzar la guerra civil. Tres años largos de persecución religiosa a muerte. Son muchos los que entregan su vida a Dios como mártires. Entre ellos hemos de contar al P. Lucas de San José. A los dos días del inicio de la contienda entre hermanos, el 20 de julio, los hijos de Santa Teresa buscan refugio fuera del convento carmelitano de Barcelona. A pesar de vestir de seglar son reconocidos como religiosos y como si de una cacería de monte se tratara, mueren entre balas en plena calle. El P. Lucas recibe varios disparos por la espalda y busca refugio en los portales cercanos. De nada sirve, su cuerpo pierde mucha sangre, muere cerca de un árbol en la misma Diagonal. Su cuerpo queda insepulto hasta que es recogido como tantos cadáveres de fieles católicos que mueren por ser lo que son, hijos de Dios, libres y entregados a una causa que no tiene igual: ser mártires de Cristo. Con él son 14 los carmelitas descalzos mártires en Barcelona. Iremos conociendo sus vidas en próximas entradas.
Este insigne mártir nos ha dejado muchos escritos, contamos con algunos publicados: Meditando los Cantares de mi Madre; Confidencias a un joven; Desde mi celda. Cartas a un joven; La santidad en el claustro; La santa imagen del crucifijo; El espíritu del crucifijo; Las palabras del crucifijo y El P. Ludovico de los Sagrados Corazones.
A todo esto se suma que es beatificado en Roma el 28 de octubre de 2007. Por ello, por ser mártir beatificado, podemos darle culto público, invocarlo y pedirle alguna gracia especial. Y si recibimos su ayuda o sucede algo que puede dar lugar a un testimonio personal agradecemos recibir la comunicación en el siguiente correo electrónico: santidadenelcarmelo@gmail.com
¡Beato Lucas de San José, ruega por nosotros!


