Hace uso días le preguntamos a Monseñor Aníbal Nieto Guerra, OCD, Obispo de San Jacinto, la siguiente pregunta ¿Cómo el carisma teresiano ha influido en mi labor de Pastor, en el ejercicio del Ministerio episcopal?
Nos ha compartido este precioso texto para compartir con toda la provincia:
… Fui cautivado por el Señor para ingresar al Carmelo Descalzo a través de un Sacerdote que conocí cuando era niño y puedo asegurar que desde ese día no he dejado de ser Carmelita Descalzo en todo lo que soy y lo que hago. Este testimonio vocacional lo comparto muchas veces porque creo que nuestra vida es lo que atrae verdadera y definitivamente a las personas a realizarse en cualquier estado de vida al que estén llamados y muy especialmente en la vida sacerdotal y religiosa.
Desde mis primeros años de formación tuve buenos maestros que me ayudaron a conocer y gustar nuestro carisma y sobre todo a tratar de hacerlo vida…
La oración como relación de amor y confianza que se realiza en la amistad con Jesús, ha sostenido mi vocación y mi labor pastoral; personalmente disfruto orar durante los viajes por carretera contemplando la exuberante vegetación y su hermosura; mi corazón que de por sí lo era, se ha hecho más sensible al dolor humano palpando la pobreza, la lucha, la impotencia y la esperanza de nuestra gente.
En mis años de párroco, en una de las Parroquias que tenemos los Carmelitas en Guayaquil, dirigí espacios de oración contemplativa durante veintiún años y sigo haciéndolo ahora como obispo con pequeños grupos en la Concatedral Divino Niño, de mi Diócesis, al menos una vez al mes, pero también en los retiros con religiosas, reuniones con el clero, Movimientos y grupos laicales y cuando visito los Recintos (zonas rurales) de mi Diócesis de San Jacinto. Curiosamente también en las Asambleas episcopales me piden preparar los espacios orantes durante las reuniones, porque “eso lo hace bien un Carmelita”.
Promuevo la oración Teresiana porque estoy convencido que no hay experiencia más transformante para la persona que el encuentro íntimo con el Amigo que nos espera en nuestro interior para saciar nuestra hambre y nuestra sed… Fruto de mi experiencia en la pastoral orante, son algunos libros que contienen doctrina teresiana y reflexiones que puede iluminar el camino espiritual de cualquier lector. Entre ellos están: “Encuentros de oración con Teresa de Jesús”, “Orar desde el sufrimiento”, “Orar en todo momento”, CD “Canciones y Plegarias”
Con la sencillez, cercanía y fraternidad que distinguen a un carmelita dedico tiempo para escuchar, confesar y acompañar espiritualmente a las personas, despertando en muchas de ellas la sensibilidad y el compromiso con las necesidades de otros hermanos cuya situación es “vulnerable” y así hemos podido impulsar y sacar adelante proyectos y obras sociales en bien de niños, jóvenes, mujeres, -especialmente madres solteras- y adultos en la mayoría de las Parroquias de la Diócesis con la ayuda de laicos, religiosas y sacerdotes.
Todas las situaciones que afronto cada día desde mi escritorio y en cualquier lugar, contemplada a la luz del Evangelio y de los Santos del Carmelo, me evoca la Cruz y la Resurrección. En medio de la pobreza y las carencias materiales, las fuertes olas de violencia que últimamente convulsionan el país, se deja sentir como brisa esperanzadora la confianza sencilla puesta en el Único en quien se puede apoyar la vida; el trabajo gozoso de la gente que vive el día a día; la risa de los niños y el cariño de las personas que me esperan en las parroquias y recintos para la celebración de Sacramentos u otras festividades alimentan mi espíritu y ensanchan mi corazón a la gratitud y a la gratuidad.
¡Como buen hijo de María, Nuestra Señora del Carmen, me alegra haber iniciado en la Diócesis -ciudad de Milagro- la construcción del primer Santuario Mariano dedicado a Ella en Ecuador, esperando que la obra llegue a buen fin, para gloria de Dios y el bien de muchas personas!
Monseñor Aníbal Nieto Guerra, OCD