Más de 50 jóvenes del Carmelo Joven Descalzo provenientes de todas partes de España -e
incluso Italia- (Castellón de la Plana, Valencia, Burriana, Benicàssim, Vila-Real, Caravaca de
la Cruz, San Fernando, Córdoba, Torrevieja, Tarragona y Trento, ciudad italiana), se dieron
cita en la provincia de Jaén durante la última semana de julio para, otro año más, dar
comienzo a la Marcha Teresiano-Sanjuanista. Con 120 kilómetros por delante, iniciaron su
ruta en la localidad de Beas de Segura hasta llegar a la ciudad de Úbeda, lugar donde falleció
San Juan de la Cruz, el Santo que estuvo acompañándolos durante todo el camino a través de
las Cautelas y los Dichos de Luz y Amor del mismo Santo Carmelita.
Esta ruta estuvo dividida en 6 etapas, por lo que los jóvenes tuvieron la oportunidad de
conocer 7 localidades diferentes. Recorrieron los pueblos de Beas de Segura, Villanueva del
Arzobispo, Castellar, Navas de San Juan, Sabiote, Baeza y, finalmente, Úbeda. Fueron
acogidos con los brazos abiertos en todos los municipios, donde los vecinos no dudaron en
ayudar en cualquier aspecto. Disfrutaron de comidas y cenas caseras, de una actuación y
representación sobre La Noche Oscura del Alma de San Juan de la Cruz y de visitas guiadas
por algunos de los monumentos más importantes de estos pueblos, demostrando así la gran
amabilidad de los vecinos jienenses. Pero tampoco se libraron del calor sofocante que trae
consigo Jaén, pues conocieron los casi 40º tan típicos de esta época veraniega.
De esa forma, los jóvenes siguieron la ruta que realizó San Juan de la Cruz por la provincia
de Jaén. Caminaron por encima de las pisadas del Santo y pudieron conocer -o al menos
intentarlo- una parte de su peregrinación, desde que se escapó de la prisión en Toledo y llegó
a Beas de Segura, hasta que, enfermo, viajaría a Úbeda.
Por lo tanto, San Juan de la Cruz estuvo presente tanto en los caminos y las etapas como en
los momentos de oración y formación. Trabajaron los consejos y avisos que ofrece el Santo a
través de sus Cautelas y los Dichos de Luz y Amor, respectivamente. Así, los jóvenes
pudieron aprender todo lo necesario para acercarse más a Dios, pero también a luchar contra
las tentaciones que nos alejan de Él.
Y tal y como dicen estos versos del poema de San Juan de la Cruz El Monte de la Perfección,
que leyeron estos jóvenes en su última formación: “En esta desnudez halla el / espíritu su
descanso, porque no / comunicando nada, nada le fatiga hacia / arriba, y nada le oprime /
hacia abajo, porque está en / el centro de su humildad”, aprendieron dos cosas fundamentales
que les permitieron disfrutar de la Marcha Teresiano-Sanjuanista al cien por cien. Porque del
mismo modo que San Juan deja marcado el camino para conseguir encontrar a Dios en este
poema, donde para llegar a su lado tienes que desprenderte del todo para conseguir el todo;
para conseguir entender lo que es la Marcha con todas sus etapas y kilómetros, tenemos que
comprender que dejar de lado todas las comodidades que traemos de casa es lo que nos
permite ver el verdadero significado de este camino.
Clara Silvestre