Desde hoy, el convento de San José de Ávila, primera fundación de Santa Teresa de Jesús, expone al público dos piezas de especial valor histórico y espiritual: el anillo y el solideo que san Juan Pablo II regaló a la comunidad carmelitana.
La presentación ha tenido lugar esta mañana, de la mano del coordinador de la red Huellas de Teresa y concejal de Turismo, Deportes y Fiestas del Ayuntamiento de Ávila, Carlos López, y del secretario de la red e historiador del arte, Israel Muñoz. Ambos han destacado la singularidad de estas piezas, que habitualmente permanecen en clausura y que ahora se exhiben en el museo del convento durante aproximadamente un mes y medio.
Esta iniciativa se enmarca en el programa impulsado por la red Huellas de Teresa, que busca difundir el legado espiritual y patrimonial de la Santa abulense y los tesoros que custodian los conventos fundados por ella. El proyecto, en fase piloto en Ávila, comenzó en noviembre con la exposición del crucifijo de la muerte de Santa Teresa, y desde entonces ha dado a conocer piezas como el retablo de la Capilla del Nacimiento, el Niño del Mayorazgo o el tríptico de San José.
El anillo fue entregado a la comunidad en 2005 por el Nuncio de Su Santidad, apenas dos meses antes del fallecimiento de san Juan Pablo II. El solideo, por su parte, llegó en 2002, traído por el secretario personal del Papa. Estas piezas expresan el profundo vínculo que el Pontífice tuvo con el Carmelo teresiano, que visitó en 1982, durante su viaje a España con motivo del IV Centenario del fallecimiento de Santa Teresa de Jesús.
La Provincia Ibérica se une al agradecimiento por esta iniciativa que permite acercar a los fieles y visitantes un testimonio material del aprecio y devoción de san Juan Pablo II por Santa Teresa y por la comunidad de sus hijas en Ávila.


