La Iglesia de San Pablo de Baeza ha acogido esta mañana una jornada extraordinaria dentro del Festival de Música Antigua de V. de Abaeza, en la que toda la programación matinal ha estado dedicada íntegramente a la figura de San Juan de la Cruz. Ha sido un gesto cultural de gran valor en plena celebración de los centenarios sanjuanistas, que une música, patrimonio y espiritualidad en una de las ciudades más vinculadas al Santo.
El concierto ha estado dirigido por Manuel García Villacañas, responsable del coro y figura muy cercana a la espiritualidad carmelitana, profundamente influido —como él mismo reconoce— por los Padres Carmelitas y por el trabajo pastoral y cultural que realizan en Jaén y su entorno.
La jornada comenzó con una introducción audiovisual en la que el propio Villacañas contextualizó la propuesta musical, enlazando la herencia poética del doctor místico con la tradición sonora del Renacimiento y el Barroco.
El programa, subvencionado por los Ayuntamientos de las Ciudades Patrimonio y por la Diputación Provincial, ha permitido al público disfrutar de una selección de obras vinculadas al clima espiritual en el que vivió y escribió San Juan de la Cruz: polifonía antigua, piezas devocionales, cantos meditativos y música que, en su estilo, evoca el silencio interior y la profundidad del Carmelo.
Los asistentes llenaron el templo baezano y respondieron con gratitud a esta propuesta que aúna arte, fe y cultura. El homenaje musical se enmarca en un creciente interés por la figura del Santo en toda la provincia, donde distintas parroquias y comunidades —como La Carolina, donde en estos días se predica el Triduo de San Juan de la Cruz— están desarrollando iniciativas para acercar su mensaje a los fieles.
Este gesto del Festival de Música Antigua de Baeza confirma la vigencia cultural de San Juan de la Cruz, cuya obra sigue inspirando no solo a creyentes, sino también a músicos, artistas y creadores que encuentran en él un manantial inagotable de belleza y espiritualidad.


