La diócesis de Ávila vivió el pasado sábado una jornada de fe y tradición con motivo de la celebración del Jubileo de las Cofradías. El acto dio comienzo en la Plaza de la Santa, donde tuvo lugar la llegada solemne de la imagen de la Virgen de la Esperanza. Allí se congregaron numerosas cofradías de gloria y de penitencia, que se unieron al saludo de la Santa Teresa de Jesús, cuya imagen, situada en el dintel de la casa natal, se inclinó en gesto simbólico hacia la Virgen de la Esperanza.
Acompañados por miembros de la comunidad de Carmelitas Descalzos con hábito y capa, el cortejo emprendió camino hacia la catedral entre cantos devocionales y el rezo del Rosario. Miles de personas se sumaron a la procesión, que recorrió las calles de la ciudad en un clima de oración compartida.
La catedral de Ávila acogió la solemne eucaristía presidida por el obispo diocesano. Finalizada la misa, la procesión continuó por las calles del barrio con la imagen de la Esperanza de San Juan. Uno de los momentos más emotivos llegó al enfilar la imagen la calle de regreso a su sede, cuando una gran petalada cubrió el pavimento, expresión de cariño y devoción popular.
El Jubileo de las Cofradías ha dejado una estampa de unidad diocesana, tradición y fervor mariano, subrayando la fuerza con la que la religiosidad popular sigue marcando la vida de Ávila.


