En un ambiente de comunión y alegría, el Padre Francisco Sánchez Oreja, superior provincial de los Carmelitas Descalzos de España, presidió la Eucaristía en la capilla de la comunidad de las Hermanas Carmelitas Teresas de San José, que están celebrando su XXVIII Capítulo General en Madrid.
Este gesto de cercanía ha sido un signo elocuente de la fraternidad carmelitana, que une a las distintas ramas de la gran familia del Carmelo en una misma búsqueda de Dios, una espiritualidad común y un mismo deseo de servicio a la Iglesia.
Las Carmelitas Teresas de San José, nacidas del carisma que el Espíritu Santo derramó sobre las Venerables Madres Teresa Toda y Teresa Guasch, prolongan en la historia el don de una espiritualidad centrada en el anonadamiento de Cristo y la infancia espiritual. Animadas por la mirada misericordiosa de Dios, han recibido la vocación de mirar compasivamente a los más pequeños y cooperar en la extensión del Reino desde la vida apostólica.
Durante la celebración, el P. Francisco expresó su gratitud y admiración por el testimonio de las Hermanas, animándolas a vivir este Capítulo como un tiempo de renovación en el Espíritu, con la audacia, creatividad y santidad necesarias para leer los signos de los tiempos y responder con fidelidad al carisma recibido.
El Capítulo es también una ocasión de gracia para agradecer la participación de los laicos que, movidos por el mismo Espíritu, comparten y prolongan este don carismático en el mundo, especialmente al servicio de los más vulnerables.
Que María del Carmen, Madre y Hermosura del Carmelo, acompañe con su ternura y guía esta nueva etapa del Instituto y de toda la familia carmelitana.