El Padre General invita desde Segovia a vivir los Centenarios Sanjuanistas como una experiencia viva de conversión y amor

14 Dic 2025 | Actualidad

La solemnidad de San Juan de la Cruz, celebrada en Segovia junto al sepulcro del santo, estuvo marcada este año por un hondo clima espiritual y por la apertura oficial de los Centenarios Sanjuanistas, conmemorando el III Centenario de su canonización (1725) y el I Centenario de su proclamación como Doctor de la Iglesia (1925).

La Eucaristía fue presidida por el Padre Miguel Márquez Calle, Prior General de la Orden de los Carmelitas Descalzos, acompañado por el Padre Francisco Sánchez Oreja, Provincial de la Provincia Ibérica; el Padre Vasco Nuno, Provincial de Portugal; y el Padre John Corta, Provincial de San Joaquín de Navarra, en una celebración profundamente emotiva vivida ante el sepulcro de San Juan de la Cruz. 

«¿A qué habéis venido hoy a Segovia?»

En su homilía, el Padre General partió de la pregunta de Jesús en el Evangelio del tercer domingo de Adviento: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto?», trasladándola con fuerza a la asamblea congregada en Segovia:

«¿A qué habéis venido hoy a Segovia? ¿Qué buscáis en Juan de la Cruz?» 

Desde ahí, presentó a San Juan de la Cruz como voz que clama en la noche, testigo de una sabiduría que no procede del poder humano ni del éxito, sino del amor de Dios que transforma. No se trataba —subrayó— de recordar una efeméride histórica ni de admirar un lugar restaurado, sino de dejarnos introducir en una experiencia viva, íntima y comunitaria.

«Habéis venido invitados a una experiencia viva… al vértigo de dejaros mirar por esos ojos deseados que alumbran el camino en todas las noches», afirmó el Prior General. 

Descalzarse para entrar en la hondura del amor

A lo largo de la homilía, el Padre General insistió en que homenajear verdaderamente a San Juan de la Cruz exige descalzarse, entrar en la desnudez interior y rendirse a la mirada del Amado. Recordó que la poesía y la doctrina sanjuanistas nacen de la unión vivida en la pobreza, la cárcel, la incomprensión y el sufrimiento, pero también de una libertad radical que no se deja secuestrar por el juicio ni por la división.

«Juan no admite espectadores. Nos toma de la mano y nos lleva al centro… nos deja que nos perdamos para dejarnos encontrar», señaló. 

En este contexto, invitó a vivir el Año Jubilar no como un ejercicio de nostalgia espiritual, sino como una llamada a la conversión personal y comunitaria, retomando una de las expresiones más conocidas del santo: «Y donde no hay amor, pon amor y sacarás amor». 

Silencio, esperanza y comunión

El Padre General subrayó también la actualidad urgente de San Juan de la Cruz para la Iglesia y para el mundo de hoy, especialmente en un tiempo marcado por la polarización, el ruido y la confrontación. Frente a ello, propuso la sabiduría sanjuanista como camino de silencio habitado, esperanza activa y comunión eclesial, recordando que el amor del que habla el santo no es sentimiento, sino presencia, cuidado y compromiso concreto.

«España, la Iglesia y el mundo necesitan urgentemente la sabiduría de Juan de la Cruz para volver a enamorarse y encontrar la fuente», afirmó con fuerza. 

La homilía concluyó con un momento de silencio orante y la proclamación de versos de la Noche Oscura y de la Llama de amor viva, dejando a la asamblea sumergida en la palabra del santo y en el clima propio del Adviento y del jubileo.

Con esta celebración, Segovia se consolida como uno de los lugares jubilares sanjuanistas, junto a Úbeda, Fontiveros y Ávila, abriendo un tiempo de gracia en el que la Iglesia es invitada a conocer mejor a San Juan de la Cruz y dejarse transformar por su experiencia de Dios, tan humana como divina.