Esta tarde se ha celebrado en el salón de actos del Convento de La Santa, en Ávila, una nueva sesión de los Miércoles Teresianos, ciclo promovido por la Casa Natal de Santa Teresa con el propósito de acercar la vida y obra de los grandes referentes del Carmelo. La jornada estuvo dedicada a San Juan de la Cruz, en vísperas de su fiesta, y contó con la participación del P. Emilio J. Martínez González, OCD, quien impartió la conferencia titulada “San Juan de la Cruz. Jalones de una vida”.
Durante su intervención, el P. Emilio propuso un recorrido detallado y profundamente humano por la trayectoria vital del místico carmelita, destacando los momentos que configuraron su vocación y su enseñanza espiritual. Inició su exposición evocando los primeros años de Juan de Yepes en Fontiveros y Medina del Campo, marcados por la pobreza y la fragilidad familiar, pero también por la providencial oportunidad de recibir una educación sólida que moldeó su inteligencia y sensibilidad.
Posteriormente, el conferenciante abordó la etapa formativa en Salamanca, un periodo decisivo que consolidó la madurez intelectual del Santo y su contacto con las grandes corrientes teológicas de su tiempo. Desde allí, el itinerario condujo al momento clave de su vida: el encuentro con Santa Teresa de Jesús en Medina del Campo, que reorientó definitivamente su camino y lo vinculó a la Reforma del Carmelo Descalzo.
La conferencia subrayó también los inicios de la vida descalza en Duruelo y Mancera, caracterizados por la austeridad y el entusiasmo fundacional, así como la experiencia límite de la prisión de Toledo, que el P. Emilio describió como un tiempo de fecundidad interior y de creación poética, más que como un episodio dramático. Fue allí donde germinaron algunos de los versos más emblemáticos de la literatura mística universal.
El ponente dedicó una atención especial a la etapa luminosa de Granada, que consideró fundamental para comprender la dimensión de San Juan de la Cruz como escritor, acompañante espiritual y gobernante. En esta ciudad compuso buena parte de su obra y desplegó un intenso trabajo de formación y acompañamiento.
Asimismo, la exposición abordó las tensiones vividas en el gobierno de la Orden, que mostraron un Juan de la Cruz maduro, libre y profundamente evangélico, capaz de mantener la fidelidad al espíritu de la Reforma en medio de dificultades y confrontaciones. Finalmente, la conferencia concluyó con una mirada a sus últimos meses de vida y su muerte en Úbeda, entendida como culminación de un itinerario de unión con Dios marcado por la humildad, la serenidad y el amor.
El público asistente llenó el salón de actos y siguió con gran interés la propuesta del P. Emilio, que supo presentar al Santo como un hombre profundamente humano, contemplativo y sensible, cuya palabra y experiencia espiritual siguen ofreciendo luz en el mundo actual.
El ciclo de Miércoles Teresianos continuará durante los próximos meses con nuevas sesiones que invitan a profundizar en el legado teresiano y sanjuanista desde una perspectiva divulgativa y formativa.