En un ambiente de profunda alegría y oración, la Comunidad del Carmelo Descalzo Seglar (OCDS) de Talavera celebró este martes un momento significativo en su camino espiritual: la emisión de las promesas definitivas de dos hermanas, Josefa Velasco y Myriam Margarita Pacheco, durante una eucaristía presidida por el Padre Francisco Sánchez Oreja, superior provincial de los Carmelitas Descalzos.
Las nuevas profesas han adoptado los nombres religiosos de Josefa de Nuestra Señora del Carmen y Myriam del Niño Jesús y de San José, honrando así a la Sagrada Familia de Nazaret. “No es una casualidad, la Providencia del Buen Dios siempre está presente”, destacó el P. Francisco, quien exhortó al resto de la comunidad a seguir dando pasos firmes en su consagración.
El acto fue también una ocasión para el aliento y la gratitud. En palabras del celebrante, “toda la familia teresiana se alegra con vosotras y comparte esta acción de gracias”, extendiendo su saludo afectuoso no solo a la comunidad local sino a todas las comunidades del Carmelo en España y más allá de sus fronteras. También tuvo un recuerdo para los familiares de las profesas y para las carmelitas descalzas contemplativas, unidas en oración desde el claustro.
“Estas promesas definitivas transfiguran los valores humanos fundamentales: el deseo de amar, de poseer y de autodeterminarse”, señaló el P. Francisco, recordando que es Dios quien elige lo aparentemente sencillo para confundir a los sabios y fuertes del mundo.
En una homilía rica en referencias carmelitanas, se evocó a Santa Isabel de la Trinidad y a Santa Teresa del Niño Jesús. El mensaje central fue claro: confianza absoluta en Dios, apertura constante a su gracia y un deseo ferviente de santidad, como expresa el Papa Francisco en Gaudete et Exsultate.
La jornada concluyó con una bendición especial, confiando a las nuevas profesas y a toda la comunidad a la intercesión de la Virgen María, en sus advocaciones de Fátima, del Escapulario y Madre de la Esperanza.


