«¡Dichosa tú, que has creído! porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá»

21 Dic 2024 | Actualidad, Evangelio Dominical

El último domingo de este Adviento, a días contados de la celebración de la Navidad, la Palabra nos enfrenta directamente con la experiencia única e irrepetible de la Virgen María, centro junto con El que Viene de estas celebraciones. De la mano de esta Gran Mujer recorreremos los últimos días que faltan para acoger a Jesús, hijo de María e Hijo de Dios. Y lo primero que tenemos que recordar y vivir es este coprotagonismo: Dios no nos salva sin nosotros, como escribió san Agustín. En el centro de esta fiesta se dispondrán María y Jesús porque la fe cristiana no se centra solo en Dios (teocéntrica) ni en el hombre (antropocéntrica) sino que «teoándrica», es la fe en el Dios que se hace hombre para ser fiel a su palabra y a su acción a lo largo de toda la historia. Así nos lo recordaba la primera lectura, hablándonos de Belén, que es tierra de Judá pero también de Efraín, una de las tribus del norte, una aldea sin importancia pero cuna del rey David y su dinastía, y lugar elegido para este acontecimiento que lo cambió todo para siempre. En ese lugar aparecerá el «jefe de Israel», el que pastoreará a sus hermanos para el retorno que cuenta para todos y que no es la vuelta a una tierra prometida sino el cumplimiento de todas las promesas de Dios. El Señor va a conseguir que la humanidad entera regrese a Él, se reconcilie con su Creador y entre ellos para acceder juntos al reino donde todos somos hijos y vivimos como hermanos. El Evangelio nos presenta a la Virgen, de nombre María, a quien muy poco antes el ángel había anunciado que sería la Madre del rey que viene. En su conversación con el ángel ha conocido que Isabel, su prima, también está encinta y sin atender a nada más, se pone en camino hacia ella, para ayudarla, sí, pero también para compartir lo que está sucediendo. Es la única con quien puede hacerlo pues la nueva realidad creada por la palabra solo ha arraigado en ellas. Los demás protagonistas del relato o no han creído (Zacarías) y se han autoexcluido, de momento, de la historia o aun no saben (José) o no les importa (resto de los «enterados» de Israel). Es un encuentro único y decisivo que va más allá de un gesto de solidaridad y ayuda entre mujeres y parientes: es un encuentro entre dos creyentes decisivas para que avance la historia de la salvación y arraigue en la realidad. Por eso, en cuanto Isabel escucha la voz de María, su criatura, el que ya es el profeta Juan Bautista, salta en el vientre, se pone en guardia, a su modo anuncia y señala que ha entrado, que ha llegado aquél para quien ha venido a preparar el camino y señalar entre todos los hombres. La misma Isabel se llena del Espíritu que ha entrado en la casa con María y anuncia lo que está sucediendo: quien ha entrado no es solamente la prima María sino la «bendita entre las mujeres» que lleva en su vientre al «bendito» por excelencia, pues es la misma Bendición de Dios encarnada que se derrama sobre toda carne. Isabel confiesa esta gozosa realidad y se alegra, en su pequeñez, como Belén, de recibir la visita de quien tenía que venir y ahora ha aparecido. Con la máxima sencillez, nos está enseñando y recordando cuál ha de ser nuestra actitud: en María, con María llega Aquél que es para cada uno la Bendición, el perdón, la salvación misma de Dios, como irá mostrando el Evangelio. Isabel revela la reacción del niño Juan, que ha saltado de alegría en su vientre para anunciar a quien acababa de entrar y proclama lo que más nos importa a todos, ahora en este tiempo y siempre: ¡Dichosa María y ella, porque han creído! y dichoso todo el que crea, pues solo creyendo accedemos y nos mantenemos en comunión con la nueva realidad que surgió entonces y sigue presente, cambiando las vidas y la historia misma. Lo que ha dicho el Señor se cumple y se cumplirá, es, de hecho, la verdad y la realidad nueva traída por el Hijo de Dios en persona, Jesucristo.

Primera lectura: Miqueas 5, 2-5a

Segunda lectura: Hebreos 10, 5-10

Evangelio: Lucas 1, 39-45