El pasado sábado 2 de diciembre, los sacerdotes del arciprestado de Terrassa, celebraron una Eucaristia en el monasterio de las Carmelitas Descalzas de dicha Ciudad, para despedir a la comunidad. La Eucaristia fue presidida por el arcipreste y concelebrada por 20 sacerdotes que han tenido relación con la comunidad. A la celebración también acudieron una gran cantidad de personas, familias de las hermanas, amistades, personas que en algún momento de su vida habían tenido algún contacto con las hermanas.
Agradecimiento, emoción y añoranza, fueron las notas dominantes en este día. Agradecimiento por la presencia orante de la Comunidad durante 75 años en la Iglesia y la ciudad de Terrassa. Emoción por despedir una presencia que silenciosamente acompañaba, acogía, sostenía la vida diaria de cuantos se acercaban al monasterio. Y añoranza de unas hermanas que desde el claustro no han dejado de orar y hacer presente Jesús en nuestra sociedad.
Era el último día del año litúrgico y como nos dijo el arcipreste en la homilía, día de cerrar un ciclo vital, pero no para quedarnos en el cierre, en la muerte, sino también día de empezar un nuevo camino que las hermanas de la comunidad ya empezaron desde el momento que tomaron esta decisión. Y tiempo de orar para que este nuevo camino sea fecundo. Nos hizo caer en la cuenta que era un morir para renacer e ir hacia la vida, tiempo de confianza y esperanza, muy en sintonía con el tiempo de Adviento que por la tarde se iniciaba.
Hna. Àngels Dresaire, Presidenta Federación Cataluña