Hace diez años, los Carmelitas Descalzos de España emprendimos un camino de unidad y renovación al fusionar cinco provincias en una sola: la Provincia Ibérica, Santa Teresa de Jesús. Esta unificación, fruto de un proceso de reflexión, discernimiento y compromiso comunitario, marcó un hito en la historia de la Orden, consolidando las provincias de Castilla, Andalucía, Aragón-Valencia, Cataluña y Baleares, y Burgos en una estructura común que buscaba, más allá de lo organizativo, una revitalización espiritual profunda.
El proceso de reestructuración que culminó en la creación de la Provincia Ibérica no fue un simple ajuste administrativo. Según lo expresado en su declaración fundacional, el objetivo principal fue responder a una llamada urgente a la conversión y revitalización teologal, tanto a nivel personal como comunitario. Inspirados en las enseñanzas de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, los frailes quisieron volver a las raíces de su vocación y recuperar la fuerza inicial de su misión evangelizadora.
“Ecce quam bonum” (Sal 133,1) — Mirad qué bueno y agradable es que los hermanos vivan unidos. Este salmo, que presidió el acto de creación de la nueva provincia, refleja el espíritu que impulsó a los carmelitas a dar este paso. Lo que en su momento parecía un reto inmenso se convirtió en una oportunidad para volver a empezar, para salir del estancamiento y la rutina y, al estilo teresiano, “comenzar siempre de nuevo”.
Diez años después: frutos de la unidad
A lo largo de esta década, la Provincia Ibérica ha consolidado su presencia, afrontando con valentía los desafíos de la vida consagrada en el siglo XXI. Se han reforzado las iniciativas de formación, apostolado y misión, y se ha trabajado intensamente en la creación de espacios de encuentro, diálogo y fraternidad.
“El camino no ha sido fácil, pero ha merecido la pena”, afirma el actual Provincial, P. Francisco Sánchez Oreja, quien destaca que esta década ha demostrado que la unidad fortalece, siempre que se mantenga viva la pasión por Cristo y por el legado de Santa Teresa.
Proyectos de futuro: seguir caminando juntos
Con la mirada puesta en el futuro, la Provincia Ibérica se enfrenta ahora a nuevos retos. La pastoral vocacional, la formación continua y el compromiso con una Iglesia en salida, como pide el Papa Francisco, seguirán siendo prioridades. La Orden reafirma su deseo de mantenerse fiel a su carisma teresiano: una vida de oración, fraternidad y servicio apostólico.
Así, diez años después de aquel paso audaz, los Carmelitas Descalzos celebran no solo una unificación administrativa, sino una verdadera renovación espiritual. Siguen caminando con esperanza, recordando las palabras de Santa Teresa: “Ahora comenzamos, y procuren ir comenzando siempre”.