El resto de los días en Santa Cruz, continuó marcado por el paro general y las muchas restricciones a la movilidad que implica. No obstante, como la comunidad de nuestras monjas se encuentra a media hora a pie del convento de los frailes, el P. Leo y el Provincial acudieron allá al atardecer del jueves, para inspeccionar el camino, saludarlas brevemente y, sobre todo, para celebrar la Eucaristía con ellas. De nuevo a la mañana siguiente temprano, celebraron con ellas y compartieron el desayuno. Luego, Antonio Ángel se quedó con las hermanas un par de horas más, compartiendo lo fundamental de sus propias trayectorias vocacionales y, por supuesto, de la situación actual que viven, tanto ellas como la Provincia en España. A petición de las monjas, también trataron de las posibles claves de formación inicial y permanente, de discernimiento de las vocaciones, y de la forma en que la Federación, el Vicariato y la Provincia podrían ayudar para seguir creciendo en todo esto. El encuentro fue tan intenso e interesante, que ni ellas ni él se acordaron de hacerse la foto de familia, que solemos publicar aquí.
Por desgracia, las restricciones de movilidad sí que impidieron el encuentro con la pequeña, pero muy entusiasta y dinámica comunidad del Carmelo Seglar, previsto para la tarde del viernes. El Provincial lo sintió mucho, pero lo comprendió perfectamente, tanto por las dichas restricciones (que de nuevo sufrió durante su viaje en taxi al aeropuerto, el sábado por la mañana) y que hacían imposible el desplazamiento desde sus viviendas, en la zona norte, hasta nuestro convento; como por solidaridad con los ciudadanos de Santa Cruz y con sus justas razones para este paro general, que ya dura casi un mes; Dios quiera que el gobierno del país las atienda pronto y acabe con las incomodidades y el sufrimiento, que están dispuestos a seguir pasando, antes que ver pisoteados sus derechos.
A la comunidad de los frailes en Cochabamba, llegó Antonio Ángel para el almuerzo del sábado y con ellos pasó el resto de ese día y todo el Domingo, por lo que pudo convivir y conversar tranquilamente con nuestros hermanos: Marcelo Araníbar, Flaminio Benítez, Teófilo Mano y Fidel Bascope (profeso simple) y también con el aspirante Derek, sobrino del P. Teo. La jornada del Día del Señor culminó, además, con una solemne y preciosa Misa concelebrada con todos ellos y con los representantes del Consejo y los principales grupos de la Parroquia.
