La diócesis de Córdoba se ha sumado a la apertura del Año Jubilar de San Juan de la Cruz con una jornada profundamente significativa, vivida en clave eclesial, educativa y carmelitana. La celebración estuvo presidida por don Jesús Fernández, obispo de Córdoba, que compartió este momento con la comunidad educativa, el Carmelo Seglar y representantes de las cofradías del Carmen y de Jesús Caído.
Córdoba es, además, ciudad sanjuanista, ya que San Juan de la Cruz fue fundador tanto de los frailes como de las monjas carmelitas descalzas en la ciudad, dejando en ella una huella espiritual que sigue viva hasta hoy.
La jornada comenzó a las 9:30 de la mañana con la visita del obispo al Colegio Virgen del Carmen, donde recorrió las distintas etapas educativas, desde Educación Infantil hasta Bachillerato, encontrándose con alumnos y profesores en un clima de cercanía y diálogo.
A las 11:00 horas se celebró la Eucaristía en el patio del colegio, en una liturgia muy participada, acompañada musicalmente por el Coro San Juan de la Cruz, formado por alumnos del centro. La celebración concluyó con un gesto festivo y simbólico: una lluvia de globos con los colores carmelitanos, que dio paso a actividades deportivas y lúdicas.
Durante toda la mañana, el alumnado participó en dinámicas educativas con temática sanjuanista, acercándose a la figura y al mensaje espiritual de San Juan de la Cruz de manera creativa y adaptada a cada edad.
De este modo, Córdoba ha querido abrir el Año Jubilar de San Juan de la Cruz, recordando que el santo pasó por esta ciudad sembrando una semilla que el Señor sigue haciendo crecer, y renovando el compromiso de mantener vivo su legado espiritual en la vida de la Iglesia y de la comunidad educativa.


