El Papa Francisco ha presidido la celebración en la que se ha proclamado a Ana de Jesús como beata. La ceremonia ha tenido lugar en el estadio de fútbol de Bruselas, Bélgica, ante más de 40.000 fieles.
Ana de Jesús fue pieza clave en la reforma del Carmelo Descalzo y sobre todo en su difusión por Europa.
En la eucaristía ha estado presente el superior general de la Orden, P. Miguel Márquez, junto con un numeroso grupo de carmelitas descalzos de varias provincias.
En representación de la Provincia Ibérica han participado en la celebración el superior provincial, P. Francisco Sánchez Oreja, junto con el prior de Salamanca, P. Miguel González y el prior de Medina del Campo, P. Francisco Javier Moreno.
Además, han asistido a Bruselas las superioras de los Carmelos Descalzos de Medina del Campo donde nació y de Salamanca y Granada donde Ana de Jesús fue priora.
Ana de Jesús
Nació en Medina del Campo (Valladolid) el 25 de noviembre de 1545. Huérfana de padre y madre siendo muy niña. Vivió bajo la tutela de sus abuelas paterna y materna en Medina del Campo y en Plasencia respectivamente.
Tenía una personalidad fuerte, un sano discernimiento, buen entendimiento y estaba animada por una gran caridad. Intervino en la fundación de los conventos de carmelitas descalzas de Granada en 1605; en Bélgica: Bruselas 1607, Lovaina 1608, Mons 1608; en Polonia: Cracovia en 1612 y en Amberes (Bélgica) en 1619. Murió en Bruselas en 1621. Un año antes de ser canonizada la madre Teresa.
Pieza clave de la reforma teresiana
Ana de Jesús es considerada una de las “piezas fundamentales de la empresa teresiana”, explican desde los Carmelitas Descalzos. Sus setenta y seis años de vida vienen a ser “uno de los puentes más importantes de transmisión del carisma teresiano cara a la historia”.
El primer tramo de su vida se caracteriza por haber compartido vivencias con la madre Fundadora, Santa Teresa de Jesús. Fue clave en “los momentos más decisivos en fijar el espíritu y la personalidad de la Orden. En el segundo tramo llevó a cabo valientes decisiones y abrió caminos de floreciente expansión de la Reforma vía Francia – Países Bajos. A ella corresponde la recopilación de los libros de Santa Teresa para su posterior entrega a fray Luis de León, siendo elemental su trabajo para la posterior publicación de la obra completa de Santa Teresa de Jesús.
Divulgadora del teresianismo
Entre sus escritos cabe mencionar una copiosa colección de cartas y su declaración para el proceso de beatificación en las informaciones de Salamanca sobre la vida de santa Teresa de Jesús.
Por la profunda amistad, querencia y sintonía con el espíritu de la madre Teresa, dedicó parte de su vida no sólo a extender la Reforma teresiana, sino también a difundir el “teresianismo” doctrinal. Desde la fundación de Madrid en 1586, colaboró en la difusión del mensaje teresiano recogiendo, con el mandato de los superiores, los originales de los escritos de la Santa y los entregó a Fray Luis de León para hacer la primera edición de sus Obras, Vida, Camino y Moradas, publicadas en Salamanca en 1588.