Con motivo del 510 aniversario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, esta tarde se celebró una solemne eucaristía en la Basílica que lleva su nombre, en el corazón de Ávila. La misa, presidida por el P. Francisco Sánchez Oreja, ocd, Superior Provincial de los Carmelitas Descalzos, fue un momento central dentro de los actos conmemorativos organizados por la comunidad teresiana.
Concelebraron la eucaristía los frailes carmelitas descalzos de las comunidades de La Santa y del CITeS (Centro Internacional Teresiano Sanjuanista), sumando así a la celebración la riqueza espiritual de toda la familia carmelitana.
Destacó de modo especial la presencia de un grupo de carmelitas descalzas que se encuentra reunido estas semanas en la Casa Natal de Santa Teresa como comisión encargada del estudio de sus constituciones. Su participación añadió una dimensión contemplativa y comunitaria profundamente significativa al acto litúrgico.
Durante la homilía, el P. Francisco Sánchez Oreja centró su reflexión en la etapa de la infancia y adolescencia de Santa Teresa, recordando cómo incluso desde sus primeros años se perfilaban los rasgos de su vocación, su búsqueda apasionada de Dios y su firmeza de espíritu.
El Coro Gregoriano de La Santa acompañó la celebración con su música, creando un ambiente de recogimiento que tocó profundamente a los asistentes.
