ENCUENTRO DE CARMELITAS SEGLARES DE DIVERSAS FRATENIDADES
El sábado 11 de marzo se celebraba en las Ermitas de Córdoba un encuentro entre carmelitas seglares y frailes, convocado por el Consejo Provincial de la OCDS recogiendo una propuesta de los padres Amando Cantó y Fernando Donaire junto con la comunidad OCDS en formación de Las Ermitas. Reunidos bajo el lema “¿Amigos fuertes de Dios?”, acudían más de 80 carmelitas seglares de diversas comunidades de Andalucía, de Madrid y de Caravaca de la Cruz. Entre los frailes, junto con varios padres de Córdoba y Madrid destacaba la presencia de los formandos de la Orden.
Reunidos en la iglesia, después de invocar con un canto la presencia y la ayuda del Espíritu Santo, se inauguraba la jornada con unas palabras del superior provincial, P. Antonio Ángel Sánchez Cabezas, que nos recordaba el anhelo y la llamada que comparten los carmelitas de las tres ramas de la Orden: seguir al Señor bajo el amparo de la Virgen y al estilo de sus santos fundadores.
A continuación, el P. Amando explicaba cómo el proyecto de esta jornada se inspira en la Declaración Carismática, que nos invita a renovar el carisma, sin cansarnos nunca de formarnos, cuidarnos y escucharnos con el propósito de establecer, entre los frailes, las monjas y los seglares, nuevas relaciones fundadas en la complementariedad de los estados de vida, la igualdad en la dignidad y el respeto de la misión específica de cada uno. Citando la carta del padre General al Carmelo Seglar de 2022, nos animaba a volver a los orígenes, a Santa Teresa, y a ser como aquellos cinco que se amaban en Cristo.
Igualmente inspiradoras sonaban las palabras del presidente del Consejo Provincial de la OCDS José Manuel Triano, al remarcar la importancia del intercambio entre los seglares, los padres y las madres para buscar respuestas concretas a la pregunta que nos ha reunido hoy aquí y caminar juntos hacia el futuro, haciéndonos espaldas unos con otros.
No menos interesante resultaba la intervención de Miriam, encargada de presentar a los asistentes el proyecto que se está llevando a cabo en las Ermitas, donde una comunidad OCDS en formación ha tomado el relevo de los frailes hace unos meses para seguir ofreciendo presencia carmelitana, acogida y servicio a quienes deseen acercarse en busca de tranquilidad y oración a aquel lugar sobrecogedor, cuna de vida eremítica y orante desde el siglo II d.C. Y lo hacen al modo teresiano, procurando que Marta y María siempre anden juntas.
Seguidamente, llegaba el momento de dividirse en grupos para compartir y reflexionar sobre todos estos desafíos y perspectivas.
La comida fue un momento de auténtica alegría y compartir familiar. Un verdadero banquete para el que cada uno había traído algo, platillos caseros o especialidades de sus lugares de procedencia, sin olvidar una exquisita tarta decorada con el escudo de la Orden. Después de almorzar, llegaba el momento de poner en común los comentarios que habían surgido en los distintos grupos de trabajo, antes de salir a dar un pequeño paseo por el parque de las Ermitas en compañía de Miriam. Resultó particularmente conmovedor el momento en que, reunidos delante de una pequeña cueva llamada “La cueva de Elías”, Miriam nos invitó a escuchar el silencio y a sentir la Presencia de Dios en medio de nosotros.
La jornada se clausuraba con la Eucaristía presidida por el padre provincial y animada con unos hermosísimos cantos, llenos de calidez y profundidad. El Evangelio del encuentro de Jesús con la Samaritana, tan querido de Santa Teresa, ponía el broche de oro a este encuentro. Después de las obligadas fotos de grupo, cada uno emprendió el regreso a casa con el corazón henchido de agradecimiento y de deseo de exclamar: “¡Juntos andemos, Señor!”.