Agua del Carmen, un remedio con una larga historia

29 May 2024 | Actualidad

Un cartel antiguo que anunciaba el conocido remedio popular ‘Agua del Carmen’ que durante años estuvieron fabricando los carmelitas descalzos de Tarragona, figurará expuesto como ‘pieza del mes’ en el Ciclo de Patrimonio que organiza el Ayuntamiento de Tarragona. La muestra, del 27 de mayo al 7 de junio, incluye dos conferencias sobre el producto y una visita guiada a la antigua fábrica que lo elaboraba i distribuía. 

El día 28 de mayo, en la Sala Santa Tecla del Seminario, Mercè Gras, historiadora y archivera de los Carmelitas Descalzos de Catalunya y Baleares, desarrollará el tema ‘El Agua del Carmen en Tarragona, un remedio con una larga historia’; el día 30, será la profesora de estudios de Comunicación de la Universidad Rovira i Virgili, en la Biblioteca Hemeroteca Municipal, quien hablará de ‘Agua del Carmen: la marca y estrategia publicitaria que os transportan a otra época’.

En relación con estas actividades, la historiadora Mercè Gras fue invitada al programa ‘Planta baixa’ de Televisión de Catalunya (TV3) para hablar desenfadadamente de este singular producto, sobradamente conocido por los tertulianos de más edad; entre los más jóvenes, unos tenían alguna referencia y otros ni tan solo habían oído hablar de él.

Cierto que los tiempos han ido cambiando y con ellos la concepción que tenían nuestros abuelos del Agua del Carmen. Años atrás, no tantos, la mayoría de hogares tenían un frasco de esta “agua milagrosa” que servía per curar gran cantidad de trastornos. Nuestros abuelos, y ya no tanto nuestros padres, lo utilizaban como remedio casero y siempre salía aquello de “dale una cucharadita de Agua de Carmen, verás como pronto se le pasa”.

Y es que, efectivamente, el producto está elaborado con melisa, una hierba curandera de la cual se conocen virtudes estimulantes desde tiempos muy antiguos. La melisa contiene ciertos ácidos y aceites que ayudan a facilitar la digestión y a relajar el sistema nervioso. Por eso, es indicada para regular las funciones estomacales, estimular el hambre y calmar el mareo y la angustia. También se usaba para aligerar el dolor de muelas… El mismo tapón de la botella -decían- era suficiente para que, en quince ‘minutitos’, hicieran efecto sus virtudes curativas.

Fueron los carmelitas franceses del primer cuarto del siglo XVII quienes encontraron una fórmula, una combinación de diferentes hierbas, para elaborar un “elixir” que permitía, “asustar las penas del amor, sacar la angustia que se atraganta en la garganta e, incluso, calmar la ansiedad y el nerviosismo” (P. Ildefonso Moriones).

La fórmula contiene una combinación de melisa, canela, clave, limón, menta, tomillo, agua y alcohol, este en un grado de concentración bastante elevado que hace el producto prohibitivo para los niños y para aquellas personas que tomen otros medicamentos.