El día 1 de octubre, festividad de Santa Teresita del Niño Jesús, la comunidad de Badalona pudo celebrar la finalización de las obras para su traslado a las nuevas dependencias de la tercera planta del edificio conventual. Precisamente, ahora se cumplen exactamente 100 años desde la inauguración del convento y la iglesia de la calle de San Miguel en 1925.
Los primeros carmelitas descalzos llegaron a Badalona en diciembre de 1907 para tomar posesión de dos casas compradas con dinero prestado por las carmelitas descalzas de Tiana. En una de las casas se habilitó una pequeña capilla para el culto. Durante la Semana Trágica (1909) la iglesia fue asaltada sin que los religiosos sufrieran daño alguno.
Con el tiempo, la iglesia resultó insuficiente para albergar la gran concurrencia de fieles a las celebraciones de la comunidad. Por ello, el Capítulo Provincial de 1919 aprobó el levantamiento de un nuevo convento y una nueva iglesia. En 1925, acabadas las obras, se inauguraron la iglesia y el convento de tres plantas, tal como los conocemos ahora.
Con la revuelta de la guerra civil, convento e iglesia fueron quemados y devastados, y dos religiosos de la comunidad asesinados. Acabada la contienda se reparan los daños y retorna la vida pastoral.
En los años sesenta del pasado siglo, se hizo una reforma substancial para trasladar las dependencias conventuales a la segunda planta y ceder la primera para las actividades de la comunidad.
El 2023, sesenta años después, vista la necesidad de adecuar las celdas y los espacios conventuales a los tiempos actuales, el Capítulo Provincial aprobó su total reforma, siendo aprobado el proyecto del arquitecto Francesc Gil, que contempla el traslado de la comunidad a la tercera planta, actualmente en desuso, ganando así una gran luminosidad natural. El 25 de setiembre del año 2023, dan comienzo las obras.
Después de un año de comprensibles incomodidades, se han construido de obra nueva el comedor, la cocina, la capilla, la sala de reuniones y amplias celdas con baño incorporado. También se ha substituido el viejo ascensor por uno más amplio que alcanza hasta la cuarta planta donde hay una bonita azotea.
Finalmente, y a falta de pequeños detalles, como la adecuación de algunas salas de la segunda planta para usos pastorales, la obra se ha dado prácticamente por acabada y los religiosos ya ocupan las nuevas celdas. La comunidad agradece sinceramente al padre Provincial y al Consejo Provincial su interés por subsanar las deficiencias del convento que tanta vida pastoral acoge en nuestra ciudad de Badalona.