25 de enero: fundación teresiana en Alba de Tormes

25 Ene 2025 | Actualidad

Alba de Tormes no era desconocida para Teresa. Su hermana pequeña Juana de Ahumada, se casó con un vecino de la villa de Alba de Tormes, Juan de Ovalle. En Alba, en casa de su hermana, la Madre Teresa pasó alguna temporada.

Aquí nacieron sus sobrino Gonzalo de Ovalle, a quien ella ayudará a colocar como paje al servicio del Duque de Alba, y, en 1560, su sobrina Beatriz de Ahumada, bautizada en la parroquia de San Pedro, y  a quien pusieron por nombre Beatriz, porque así lo quiso la Madre Teresa.

La Fundación de Alba de Tormes, que la Madre Teresa narra en el capítulo 20 del Libro de las Fundaciones, se debe al contador del duque de Alba, Francisco Velázquez y su mujer Teresa de Layz, y a la intervención como mediadores de Juana de Ahumada, hermana de la Santa y su marido Juan de Ovalle.

Vuelta la Madre de Pastrana a Toledo, julio de 1569, recibe una invitación de su hermana Juana y su marido Juan de Ovalle para que vaya a Alba de Tormes donde la ofrecen fundar un convento de Descalzas, pero la invitación no prospero. Habrá que esperar a comienzos de 1571, a los dos meses de la fundación del convento de Salamanca, cuando la Madre Teresa de Jesús es nuevamente requerida por el contador del duque de Alba, Francisco Ve­lázquez, de quien la Santa dice que era “hombre virtuoso y rico”, y de su mujer, Teresa de Layz, quienes, al no tener hijos, con su patrimonio pretendían fundar un convento de religiosas en Alba de Tormes. Persuadidos por un religioso, «hombre de letras y calidad», de quien la Madre Teresa no nos da el nombre, influyó para que se llevase a cabo la fundación de este convento.

No fue fácil llegar a un acuerdo, «harto trabajo se pasó en concertamos», escribe la Madre Teresa, la razón nos las da ella misma: «yo siempre he pretendido que los monasterios que fundaba con renta, la tu­viesen tan bastante que no hayan menester las monjas a sus deudos ni a ninguno; sino que de comer y vestir les den todo lo necesario en la casa, y las enfermas muy bien curadas; porque de faltarles lo necesario vienen muchos incon­venientes. Y para hacer muchos monasterios de pobreza sin renta, nunca me falta corazón y confianza, con certidumbre que no les ha Dios de faltar; y para hacerles de renta y con poca, todo me falta; por mejor tengo que no se funden».

Y ya que los fundadores «vi­nieron a ponerse en razón y dar bastante renta para el número» se pudo hacer la fundación».

A finales de diciembre, y mientras se llevaban las negociaciones para la fundación, Teresa de Jesús, junto con Inés de Jesús, llega a Alba, hospedándose en casa de sus hermanos, el matrimonio Ovalle, en lo que hoy es el convento de los Padres Carmelitas. Ya en Alba hace llamar a monjas de distintas comunidades para forma la comunidad.

El 20 de diciembre se concede la licencia del obispo de Salamanca, Pedro González de Mendoza. El 24 de enero de 1571 se firma la escritura, por las que, Francisco y Teresa, ceden su casa de Alba, así como otras fincas colindantes para convento de las Carmelitas, la firma se hizo ante el escribano Francisco de Gante. Firmaron la escritura Francisco Velázquez, Juan de Ovalle, a petición de Teresa Layz, y la Madre Teresa de Jesús. Día después, 25 de enero de 1571, fiesta de la con­versión de San Pablo, de quien la Madre Teresa era una gran devota, se puso el Santísimo Sacramento, siendo llevado procesionalmente desde la Iglesia parroquial de San Pedro.